Desde hace años, al menos 15, especialistas en la materia consideraban necesario el cierre de Petróleos Mexicanos (PEMEX), por considerarla una empresa insalvable. Con exceso de personal, obsoleta tecnológicamente, con contrato colectivo más que oneroso y con un peso exagerado en percepciones económicas de jubilados.
Se hablaba entonces de la conveniencia de concentrarse en la perforación y extracción de crudo, cuya producción sería la venta, reportando por consiguiente ganancias importantes para el país.
Durante el presente gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se nombró como director general de PEMEX a un ingeniero agrónomo, Octavio Romero Oropeza, quien desde el principio fue altamente cuestionado por su ignorancia en petróleo. Además de ser criticado porque en su desempeño como Oficial Mayor en el gobierno de la hoy Ciudad de México, colocó más de 50 parientes suyos, luego de lo que fue localizado como propietario de ranchos ganaderos en su natal Tabasco.
Ahora se llega el momento en el que el propio Romero Oropeza se queja amargamente de que el actual secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, ya ni siquiera le se llevan a cabo las reuniones mensuales que se realizaban para que el director de PEMEX, expusiera los problemas de la paraestatal.
Hoy día, los análisis de esta situación, apunta para estudiosos, a que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, ha tenido que reconocer la extrema corrupción en PEMEX, de la que forman parte, aseguran, tanto Octavio Romero, como el propio hijo del mandatario nacional de nombre José Ramón López Beltrán.
Lo sorprendente no es la situación de PEMEX, sino que el agrónomo a cargo lo escribiera y saliera a la luz pública a través del medio digital LATINUS, que establece la carestía incluso de transporte en PEMEX, porque se tienen cinco meses sin pagar a la empresa que transportaba el combustóleo de Tula y Salamanca, que significa el 34% de lo que se refina.
LA ALARMA está en que en el mismo documento que ha salido de la discreción gubernamental, se expone la alta posibilidad de suspender el trabajo de las refinerías antes anotadas, porque se viven días de incapacidad para almacenar la producción. Esto dejaría sin gasolina al llamado Bajío mexicano.tictacnews.us