Mientras el pueblo francés ha decidido seguir en la lucha por sus derechos y dignidad, el país sufre las consecuencias de las malas decisiones del cuestionado presidente Emanuel Macron.
En marcha la huelga de recolectores de basura. Por lo pronto, los botes de basura comienzan a acumularse en las calles de París.
No se recogieron 1800 toneladas de residuos y las tres incineradoras parisinas están cerradas.
El día de ayer se utilizaron gases lacrimógenos para desbloquear el puente Harteloire ayer en Brest.
Los empleados de los sitios de almacenamiento de gas están en huelga indefinida con una caída en el retiro del 30 al 40% en todos los sitios hoy. Amenazan con cortar el suministro de gas. Todas las terminales portuarias de GNL ya están cerradas.
Esta es la Francia de Macron.