Francia «se quema» por un pueblo que reprueba a su presidente Emanuel Macron, sin que este acepte el fracaso de un gobierno que cierra los oídos cuando su pueblo habla.
Las manifestaciones que se suceden una tras otra, sin parar, siguen exigiendo que se respeten los derechos que les han acompañado por siglos.
Este día, los manifestantes colocaron botes de basura frente a la oficina del diputado renacentista Jean-René Cazeneuve en Auch.
La buscada moción de censura transpartidista fue rechazada por 9 votos, lo que representa para el pueblo, el arrodillamiento de los legisladores ante Macron.
«¡París, levántate, levántate!», se puede leer en los mensajes de ira en la Place Vauban de París tras el rechazo de la moción de censura.