El gobierno regional escocés publicará, la próxima semana, un borrador de proyecto de ley para organizar un nuevo referéndum de independencia en respuesta al Brexit, anunció este jueves la jefa del Ejecutivo, Nicola Sturgeon.
«Puedo confirmar que la semana que viene se publicará el proyecto de ley del referéndum de independencia para consultas», dijo Sturgeon en el congreso anual del Partido Nacional Escocés (SNP), que se celebra en Glasgow.
Los escoceses necesitarán permiso del parlamento británico para celebrar el referéndum. El de 2014 recibió el apoyo del entonces primer ministro, David Cameron.
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Tanto Cameron como el entonces jefe de gobierno escocés, Alex Salmond, aseguraron que el plebiscito serviría para zanjar el debate sobre la independencia durante una generación, hasta que la salida de la Unión Europea alteró el juego.
Desde el referéndum británico que aprobó la salida de la Unión Europea, el 23 de junio, Sturgeon mantuvo que exploraría «todas las opciones» para proteger el lugar de Escocia, donde el apoyo al bloque europeo fue masivo.
«Nos enfrentamos a una ruptura dura (con la UE) impuesta por el ala más derechista del partido Conservador», advirtió Sturgeon en referencia al gobierno de Theresa May.
May «no tiene el mandato para sacar del mercado único a ninguna parte de Reino Unido», aseguró Sturgeon, calculando que esta posibilidad es una amenaza para 80.000 empleos en Escocia.
El primer referéndum de independencia tuvo lugar en septiembre de 2014 y se saldó con la victoria de los partidarios de seguir en Reino Unido (55%-45%).
El anuncio del proyecto de ley es visto como «un ultimátum» -en palabras de Toni Giugliano, consejero del SNP de Edimburgo- a May para que dé con el modo de mantener a Escocia en la UE.
Sin embargo, May fue muy clara en el congreso conservador la semana pasada: el Brexit no es negociable y no habrá excepciones.
«Votamos en el referéndum como Reino Unido, negociaremos como Reino Unido y dejaremos la Unión Europea como Reino Unido», dijo May.
«Nunca permitiré que unos nacionalistas divisivos minen la valiosa unión entre las cuatro naciones de nuestro Reino Unido», agregó.
Este jueves, Downing Street volvió a responder a la pretensión del referéndum. «Esta cuestión ya se abordó en 2014. Deberíamos concentrarnos en conseguir el mejor acuerdo para Reino Unido».
Pero Sturgeon advirtió de que será firme: «si alguien cree por un momento que no voy en serio (…), que se lo piense mejor».
«Escocia no eligió estar en esta situación. Su partido nos llevó hasta aquí», lanzó a May. «La pelota, primera ministra, está en su campo», sentenció.
May quiere invocar el Artículo 50 del Tratado europeo de Lisboa en marzo de 2017, como muy tarde, y abrir así el periodo de dos años de negociaciones de salida de la UE.
En las dos últimas semanas, el gobierno conservador ha dado a entender que dará prioridad al control de la inmigración europea sobre la pertenencia al mercado único, dos objetivos incompatibles, provocando así temores por el futuro económico del país que se han traducido en un desplome de la libra.
En su discurso en el congreso, Sturgeon acusó al gobierno de May de «xenofobia» y de transformar a los extranjeros en «chivos expiatorios».
«Se sirven (del Brexit) como de un permiso para la xenofobia, mucho tiempo agazapada bajo la superficie y ahora a plena luz del día», afirmó, abogando por crear una Escocia donde «apreciemos la diversidad y valoremos a la gente por la contribución que hacen, no una donde los juzguemos por el país donde nacieron». AFP