Guatemala se mantiene inmersa en una crisis postelectoral, luego de que la Fiscalía del país pidiera anular los resultados de los comicios presidenciales, que dieron el triunfo a Bernardo Arévalo.
El hartazgo del pueblo manifiesto en las urnas, está siendo violado por un sistema gubernamental que no se resigna a perder sus privilegios, ha expuesto, Rogelio Loingot, analista político, que asegura, que esta reacción era de esperar, tras años de de un sistema dedicado a
beneficiar a unos pocos y perjudicando al grueso de la sociedad: «No es fácil soltar los privilegios», dijo.
La Fiscalía guatemalteca por su parte, insiste en la existencia de irregularidades administrativas del tribunal electoral.
La anulación arbitraria de las elecciones han sido calificadas por gobiernos de la región y organismos internacionales, como “intento de golpe de Estado” por parte del Ministerio Público.
En cuanto el pueblo, se siente burlado y atropellado al no respetarse su voto y querer imponer la Fiscalía a su antojo, momentos electorales en beneficio de los que ya por muchos años han vivido como reyes a costa del hambre del pueblo. /www.tictacnews.us