El movimiento islamista Hamas se dispone a traspasar antes del viernes sus poderes en la Franja de Gaza a la Autoridad Palestina, en virtud de un acuerdo que pone fin a diez años de devastadoras disensiones entre palestinos.
Según ese acuerdo, suscrito en El Cairo a mediados de octubre, el Hamas debe traspasar antes del 1 de diciembre el poder absoluto que tiene en la Franja de Gaza, una zona densamente habitada y muy pobre, entre Israel, Egipto y el Mediterráneo.
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Los habitantes de Gaza tomaron las calles para celebrar el acuerdo, aunque la prudencia les hace recordar el fracaso de anteriores intentos de acercamiento entre facciones palestinas.
«Todo lo que queremos es que la situación económica mejore y que se abran las fronteras. Pero temo que la reconciliación volverá a fracasar, como otras veces», afirma Abu Abed Abu Sultan.
Este palestino de 53 años, que fue sastre en una empresa de confección que exportaba a Israel antes de que el Estado hebreo sometiera a Gaza a un duro Bloqueo, consigue ahora mantener a su familia vendiendo café.
El Hamas expulsó de Gaza con las armas a la Autoridad palestina en 2007. Desde entonces, la Autoridad solamente gobierna -con las restricciones impuestas por el ejercito israelí- en partes de Cisjordania, distante a unas decenas de kilómetros de Gaza.
– Promesas –
El traspaso de poderes vería cómo pasa a segundo plano una organización como el Hamas, rechazada por gran parte de la comunidad internacional, en beneficio de una entidad reconocida, como la Autoridad Palestina, y que supuestamente debe prefigurar el futuro Estado palestino.
Los dos millones de habitantes de Gaza, que han sufrido tres guerras contra Israel desde 2008, la pobreza y el aislamiento, esperan que la nueva situación mejore las condiciones de vida, y traiga el fin o la flexibilización de los bloqueos israelí y egipcio.
La ONU espera mucho de esta reconciliación entre palestinos. «No tenemos el derecho de dejar que el proceso fracase. Si ello ocurre, la consecuencia será probablemente otro devastador conflicto», advirtió el enviado especial de la ONU, Nickolay Mladenov.
La reconciliación empezó a concretarse cuando el 1 de noviembre el Hamas entregó a la Autoridad el control, del lado palestino, de los puestos fronterizos con Israel y Egipto.
Pero a pocos días del plazo, «apenas hemos llegado al 5% del traspaso de los poderes» subraya Husein al Sheij, ministro encargado de Asuntos Civiles de la Autoridad Palestina.
El Hamas impide a la Autoridad ejercer el control total de las fronteras, y a sus empleados hacer su trabajo en los ministerios, dice.
La Autoridad y Hamas siguen en total desacuerdo sobre el futuro del brazo armado del movimiento islámico, con sus 25.000 hombres y sus cohetes. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abasexige un control completo de la seguridad, y rechaza una situación «a la libanesa», en la que el Hamas, igual que el movimiento chiita libanés Hezbolá, de importante poder militar, ejercería un poder paralelo.
– Divergencias –
«Las armas de la resistencia constituyen una línea roja, no es algo que pueda ser negociado» reiteró el lunes Jalil al Hayya, alto responsable del Hamas, organización que basa su existencia en el combate contra Israel.
A más largo plazo se plantea la importante cuestión de las relaciones con la comunidad internacional. Israel y Estados Unidos han planteado sus condiciones para tratar con un eventual gobierno de unión palestino: reconocimiento de Israel, renuncia a la violencia y desarme del Hamas.
La Autoridad y el Hamas siguen divergiendo esencialmente sobre la relación con Israel y sobre la lucha armada. AFP
