«Se ha cruzado una línea roja». Estas son las palabras de la presidenta de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en España, Malén Aznárez, sobre 2014, un año negro para el periodismo. Ya no se secuestra o mata a los reporteros sólo para silenciarlos sino como mecanismo de propaganda en manos del terrorismo.
«Los periodistas se convirtieron en 2014 en un claro objetivo de guerra», ha señalado Aznárez en la presentación del Informe Anual 2014 de la Libertad de Prensa. Ha destacando especialmente los asesinatos brutales por parte de yihadistas radicales, en ocasiones grabados en vídeo (James Foley y Steven Sotloff).
It has the tadalafil for women capacity to define the strength of male genital organs. Erectile dysfunction is one of the most common sexual ordering viagra without prescription condition in young as well as older male personalities. These new drugs are launched in the market at the cost of $1 to $3 per pill because cialis pill from india manufacturer don’t have to waste your time waiting in long lines before offline stores and spend your money on gas to go there by car. Apart from that, Dapoxetine drive purchasing here female viagra in india out nitric oxide in blood which more supports in making muscles of penis area elastic. Pese a que el balance anual deja un descenso en el número de periodistas asesinados (66, nueve menos que en 2013), la cifra que ha aumentado sin precedentes es la de los secuestrados, que ha pasado de 87 a 119. Otros 178 fueron encarcelados. Hay que sumar también los 19 periodistas-ciudadanos y 11 colaboradores que fueron asesinados.
Siria, Palestina, Irak, Libia y Ucrania han sido los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, y el territorio palestino de Gaza se convirtió, después de Siria, en la segunda zona con más informadores asesinados, nueve en total. Arabia Saudí, Bahrein y Mauritania han tenido un «comportamiento brutal» con internautas y blogueros.
Al aumento radical del número de mujeres periodistas asesinadas (seis, el doble que en 2013) y de informadores que han tenido que exiliarse, se ha sumado el notable incremento de ataques de todo tipo (asesinatos, secuestros, detenciones, exilios) a internautas y blogueros. Algunos han añadido a las penas de cárcel latigazos y otros castigos medievales.