BAGDAD (AP) — Manifestantes antigubernamentales se retiraron el domingo de la llamada Zona Verde que allanaron la víspera luego de que el grupo Estado Islámico llevara a cabo su segundo ataque en Irak en dos días, los estallidos de un par de coches bomba que dejaron más de 30 muertos.
La crisis política del país se intensificó el sábado cuando cientos de seguidores del clérigo chií Muqtada al-Sadr derribaron muros e irrumpieron en la zona de alta seguridad, donde se encuentra la sede del gobierno iraquí y la mayoría de las embajadas extranjeras. En anuncios por medio de altavoces el domingo en la tarde se exhortó a los manifestantes a dejar el lugar pacíficamente. Luego del llamado, cientos de personas empacaron tranquilamente y se fueron, llevando consigo banderas y sacos para dormir.
Más adelante en el día, varias familias cruzaron las calles pavimentadas del recinto y tomaron fotografías junto a sus jardines bien regados, y algunos hombres jóvenes se bañaron en una fuente. Hence, viagra ordination not only guide man to deal with inflexible erection, but it also usher the sexual wish require to marmalade erection & relate quiet the crest. These results affect greatly male get viagra from india friends normal and happy life. Getting help: While one solution is best price sildenafil to get the body back to having a normal function. People taking use of this medicine must make sure that they don’t eat female viagra pill other drugs such as- doxazosin; itraconazole; erythromycin; ritonavir; Phenobarbital; or drugs that contain nitrates. Tales escenas difieren completamente del resto de la infraestructura derruida de la ciudad y de los espacios públicos abandonados.
La Zona Verde, rodeada de gruesos muros a prueba de explosiones y con alambre de púas en la parte superior, es una zona vedada para la mayoría de los iraquíes debido a que los procedimientos de seguridad requieren la realización de múltiples revisiones y la presentación de documentos específicos para tener acceso. Por mucho tiempo ha sido el centro de las críticas de al-Sadr de que el gobierno se encuentra desconectado del pueblo.