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El presidente de Irán, Hasan Rohani, abogó este domingo por una resolución de las crisis en Oriente Medio mediante el «diálogo» entre actores regionales, sin interferencias de las «potencias extranjeras».
«Creemos que, si hay un problema en la región, puede solucionarse mediante el diálogo», declaró Rohani durante la inauguración de un nuevo puerto en Chabahar, en el sureste de Irán.
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«No necesitamos nada más importante» que el diálogo, agregó el presidente, cuyo discurso fue televisado. «No necesitamos ni armas ni la intervención de potencias extranjeras. Nosotros mismos podemos, en la unidad, la igualdad y la fraternidad, solucionar los problemas mediante el diálogo».
Rohani hizo estas declaraciones en un momento en que las relaciones entre Irán, chií, y Arabia Saudí, suní, son conflictivas y tienen como telón de fondo la lucha por el liderazgo regional.
Riad y Teherán respaldan bandos rivales en los conflictos que devastan Siria, Irak y Yemen, pero también en Líbano e incluso en Baréin.
«Algunos pensaban que nuestra región era la de la guerra, del conflicto entre chiíes y suníes […], la región de la injerencia de las potencias extranjeras, pero nos hemos alejado un paso de todo esto», afirmó Rohani.
Irán expresó su satisfacción a finales de noviembre por las recientes victorias sobre el grupo Estado Islámico (EI) en Irak y Siria. Teherán participó activamente en los combates contra esta organización yihadista junto a los Gobiernos de Bagdad y de Damasco.
La intervención iraní en Irak y Siria preocupa a los países occidentales. El presidente de EEUU, Donald Trump, que adoptó una actitud hostil con Irán, acusó a mediados de octubre a este país de sembrar «muerte, destrucción y caos por el mundo».
«Ningún país puede pretender ser la potencia dominante de la región […] Incluso las grandes potencias no pudieron alcanzar dicho objetivo», agregó Rohani este domingo. AFP