Tailandia teme un deterioro de sus relaciones con Estados Unidos luego de que Washington emitiera muestras de disgusto con la situación de los inmigrantes en el país asiático, explicó hoy el ministro de Defensa, Prawit Wongsuwan.
La nación asiática, uno de los más viejos aliados de la Casa Blanca en Asia, quedó relegada al más bajo nivel en un informe confeccionado en 2014 sobre la trata de humanos, luego de mantenerse en una posición no mucho mejor durante cuatro años.
En el informe anterior el Departamento de Estado calificó a Tailandia como un centro para el tráfico de personas y agregó que las autoridades no tenían interés ni preparación para eliminar este negocio ilícito.
El documento permitiría al presidente estadounidense aprobar sanciones contra el país asiático, un escenario que hasta el momento la administración Obama -en línea con su política de contemporización- ha preferido evitar.
When you buy Tadalafil online, make sure you read all buy levitra in canada the instructions carefully before using a penile pump. Leading Learning Communities: Standards for What online cialis thought about this Managers Should Know and Be Able To Do. An over dosage of these pills can view that on line levitra lead to minor side effects such as dizziness, headache, diarrhoea and stomach upset. Takes Care of Blood Pressure: King of vegetables, Brinjal has potassium in it, which helps in sustaining electrolyte balance in the https://unica-web.com/archive/2011/letterpresident1110.pdf viagra samples body. «No creo que tomen represalias pues Tailandia ha hecho todo acorde con la ley», aseguró Prawit.
Si bien la posición de Tailandia quedará sensiblemente afectada cuando aparezca el nuevo informe la próxima semana, Prawit espera que la ofensiva contra los traficantes en mayo y junio suavice la opinión del gobierno más poderoso del mundo.
La ofensiva contra los campos de inmigrantes ubicados en la selva próxima a la frontera con Malasia desató la crisis migratoria cuando miles de indocumentados fueron lanzados al mar por sus captores, quienes temían caer en manos de la Policía.
Indonesia y Malasia decidieron acoger a los desafortunados por un año, decisión que los salvó de descender a ojos de Washington.