A lo largo de su carrera política, Anne Hidalgo aspiraba a un solo cargo: la alcaldía de París. La política socialista nacida en España la coronó en abril del año pasado. Ahora, sueña con transformar la capital francesa en líder mundial en materia de ecología.
Para ello, cuenta con una vitrina excepcional: la 21.ª Conferencia de las Partes (COP21), la conferencia internacional sobre el clima, que se realizará del 30 de noviembre al 11 de diciembre.
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En esta entrevista exclusiva para EL TIEMPO, Hidalgo explicó ese sueño verde para París que incluye, entre otros, repensar el espacio público para permitir que puedan cohabitar los peatones, las bicicletas, los autos y los buses; crear más zonas verdes, desarrollar la red de transporte público, y privilegiar el auto, siempre y cuando sea ecológico y de servicio público, como el Autolib, un sistema de alquiler de autos eléctricos bajo el mismo principio del de bicicletas Velib.
Usted dijo a finales del 2014 que la contaminación era su ‘prioridad absoluta’. ¿Sigue siéndolo después de los atentados yihadistas?
Desde luego. Los atentados de enero nos cuestionaron sobre la seguridad indispensable que debemos garantizar a cada parisino. Trabajamos en esto, reforzándola en todos los barrios de la capital, particularmente cerca de los lugares de culto. Y, en esta materia, quiero celebrar la valiosa labor de los militares y de las fuerzas de Policía. Esto no nos impide continuar nuestra política de lucha contra la contaminación con una determinación tan justa como intacta.
París acogerá a finales de año la COP21, la conferencia internacional sobre el clima, un evento crucial que representa el fin de un ciclo de negociaciones. El propósito es comprometer al conjunto de naciones a una reducción global de las emisiones de gases de efecto invernadero, con el objetivo de mantener el calentamiento mundial por debajo de 2°C. ¿Cómo se prepara la ciudad para este acontecimiento?
París multiplica las iniciativas para hacer de esta cita internacional un momento histórico. Nuestro compromiso está basado en tres ejes: llevar la voz de las ciudades-mundo en la negociación asociándolas en una red mundial, desarrollar y compartir soluciones locales innovadoras a favor del clima y organizar la movilización de los ciudadanos.
París apoya todas las iniciativas de la sociedad civil –asociaciones, ONG–, pero también las de los empresarios, investigadores o artistas, que les permitan a nuestros conciudadanos apropiarse de los desafíos de la lucha contra el cambio climático. Pondremos el espacio público a su disposición con el fin de que se organicen allí conciertos, exposiciones, conferencias, eventos artísticos y hasta una gran marcha mundial para el clima.
¿Puede París ser portavoz en esta negociación climática?
Las negociaciones de la COP21 se llevarán a cabo a nivel de los Estados. Además, el Gobierno colombiano es uno de los más implicados desde hace varios años a través del Diálogo de Cartagena. Pero la implementación de los objetivos que serán definidos por los gobiernos depende esencialmente del nivel local: las entidades territoriales, gracias a las competencias conferidas a los gobernadores y a los alcaldes, disponen de numerosas palancas de acción que les permiten obtener resultados concretos y rápidos.
París sigue, por ejemplo, con mucho interés, las iniciativas de las ciudades colombianas en materia de transporte. Pienso, por ejemplo, en el proyecto TransMilenio en Bogotá o MIO en Cali, así como en las numerosas innovaciones que están en curso en Medellín.
Del 5 al 7 de diciembre reuniré la Cumbre de los 1.000 alcaldes durante la COP21 en París. El objetivo es simple: permitir a las grandes ciudades del mundo, que concentran gran parte de la población mundial, hacer oír su voz durante las negociaciones.
Los Climate Leadership Awards serán otorgados especialmente a las ciudades que presenten soluciones particularmente innovadoras contra el desajuste climático.
Los objetivos de nuestro Plan Clima Energía adoptado en el 2007 van mucho más allá de las directrices de la Unión Europea. Se pretende reducir en un 25 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero y los consumos energéticos en París de aquí al 2020. También debe permitirnos utilizar el 25 por ciento de energías renovables y la recuperación en nuestro consumo energético.
Estos dos últimos años fueron particularmente fructíferos, con la adecuación a las normas de 70.000 m² de equipos públicos, la renovación de centenares de viviendas sociales (para un total de 25.000 desde el inicio del Plan en el 2007), el aislamiento térmico de 100 escuelas y la aceleración de las obras en numerosas copropiedades parisinas.
En febrero del 2015, París lanzó un plan muy ambicioso de lucha contra la contaminación ligada al tráfico automóvil, con medidas de acompañamiento e invitando a los particulares a abandonar los vehículos más contaminantes para adquirir medios de transporte ecológicos.
Por ejemplo, en París, los vehículos híbridos y eléctricos no seguirán pagando el estacionamiento residencial. Son medidas concretas que van a permitir que la ciudad goce de una mejor calidad del aire.
Cerca de los 1.400 fallecimientos prematuros en París se atribuyen a la contaminación atmosférica.
¿Es la lucha en este campo una de las prioridades de la Alcaldía?
Absolutamente. Por esa razón, nos dedicamos a traducir nuestras ambiciones en hechos desde el día siguiente de mi elección a la cabeza de la Alcaldía de París. Trabajamos en esto sin tregua, a diario, con todo mi equipo. Tengo la cultura de los resultados y estoy determinada a que de aquí al 2020 estos sean concretos y medibles por cada uno.
¿Cómo lucha la Alcaldía de París contra la contaminación vinculada al tráfico?
Desde abril tomamos varias medidas fuertes durante los picos de polución para reducir la contaminación vinculada a la circulación de automóviles: gratuidad de los vehículos eléctricos públicos, del estacionamiento y del transporte público; solicitud de circulación alterna (pico y placa) al Estado. Al mismo tiempo, seguimos desarrollando una oferta atractiva y moderna de transportes públicos.
París se compromete con voluntarismo en el desarrollo de nuevas líneas de metro y la prolongación de las antiguas, así como en la extensión de nuestro tranvía alrededor de la capital, cuyo éxito es cada día mayor. Acabamos también de aprobar un plan ambicioso para el desarrollo de la práctica de la bicicleta en nuestra ciudad: en diez años habremos duplicado las ciclovías.
¿La lucha contra los vehículos contaminantes en París no afecta a los habitantes de los suburbios?
Contrariamente a lo que se piensa habitualmente, la inmensa mayoría de los habitantes de nuestra región que van a París lo hacen utilizando el transporte público. Por lo tanto, asumo plenamente mi política a favor de la movilidad no motorizada y pública que favorezca a la mayoría de la población y a las clases más populares. Es un desafío de salud pública, pero también de justicia social.
¿Qué les responde usted a los que dicen que la alcaldesa de París tiene ‘autofobia’?
¡Que se equivocan! ¿Acaso olvidaron que París es la primera ciudad-mundo en haber implementado el Autolib, un servicio de autos ecológicos ya que son eléctricos y en alquiler? ¡Hoy en día estoy feliz y orgullosa de que este modelo parisino lo imiten y desarrollen numerosas ciudades del mundo entero!
París desea convertirse en una ciudad verde creando muchos lugares con vegetación. ¿Se trata de un programa dirigido solamente a los parques o esto va más allá?
De aquí al 2020, habremos creado 30 hectáreas de zonas verdes suplementarias, con el fin de constituir lugares de respiración apreciados por los parisinos y enamorados de París, y que son necesarios para el desarrollo de una biodiversidad más grande en nuestra ciudad. Trabajamos en esto todos los días, en cada barrio de la capital.
Simultáneamente, habremos puesto vegetación en 100 hectáreas de tejados y paredes, de las cuales un tercio será dedicado al desarrollo de la agricultura urbana.
El instaurar zonas de amplia vegetación es excelente desde el punto de vista climático para los edificios e igualmente magnífico desde un punto de vista paisajístico. ¡Esto les gusta a los parisinos y estoy segura de que a los turistas colombianos les gustará muchísimo!
¿Es la ecología de derecha o de izquierda?
La derecha estuvo en el poder en París hasta el 2001, con resultados mediocres. Si bien todavía nos falta camino por recorrer, la acción realizada desde el 2001 (con el alcalde socialista Bertrand Delanoë) tuvo resultados convincentes en materia de disminución de la contaminación.