En tiempos electorales los candidatos están bajo la lupa de los ciudadanos y, principalmente, de sus adversarios políticos, que buscan aprovechar cualquier traspié o revelación para tomar ventaja ante el electorado. Es el caso que se vive en Veracruz, con Miguel Ángel Yunes Linares, candidato de la coalición PAN-PRD a la gubernatura, y ahora, el sitio web de El País saca a la luz el patrimonio de otro candidato, pero del PRI. Esta es la historia.
Alejandro Murat quiere ser gobernador de Oaxaca, un Estado donde el 66.8 por ciento de sus 3.8 millones de habitantes vive en la pobreza. El candidato, hijo del polémico exgobernador José Murat (1998-2004), busca recuperar para el PRI el Estado que perdió a manos de la izquierda hace seis años.
El político ha transparentado su patrimonio rumbo a las elecciones del 5 de junio, un proceso donde la lucha contra la corrupción se ha convertido en el eje narrativo de las campañas políticas. El esfuerzo de Murat, sin embargo, ha generado dudas sobre su fortuna. “Es una declaración formalmente cuidada que presenta inconsistencias importantes”, considera el abogado Luis Pérez de Acha.
Alejandro Murat, que en agosto cumplirá 41 años, estuvo tres años al frente del Infonavit, el fondo de vivienda para los trabajadores. Dejó el cargo en diciembre de 2015 para buscar la candidatura.
En su declaración patrimonial afirma haber ingresado 7.6 millones de pesos el año pasado (440 mil dólares). La cantidad, que no desglosa sueldos, bonos u honorarios, rebasa la remuneración anual del director general del organismo, fijado en 2.5 millones de pesos (145 mil dólares), según la página del Instituto. Además de su salario, el candidato también dijo haber ganado 867 mil 500 pesos (50 mil dólares) por “otras actividades”, pero no especifica cuáles.
El País envió en dos ocasiones un cuestionario con preguntas al equipo de campaña de Alejandro Murat, pero no obtuvo respuesta.
Murat envió a principios de abril su declaración patrimonial, de intereses y de impuestos a Transparencia Mexicana y al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Deseaba cumplir con los requisitos contemplados por la ley 3 de 3, una iniciativa impulsada por estas organizaciones que ha logrado un gran respaldo de la sociedad. Más de 600 mil personas han solicitado al Senado que la norma deje de ser optativa y sea obligatoria para todos los aspirantes a un cargo público.
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A sus 40 años el primogénito de José Murat cuenta con una cantidad considerable de propiedades. En la Ciudad de México tiene dos terrenos, un edificio, una casa de 600 metros cuadrados y un departamento de 91. También posee dos propiedades en Oaxaca: una casa y un terreno de 190 metros cuadrados.
En el Estado de Puebla, en el centro del país, es dueño de dos locales comerciales, uno de ellos de mil 593 metros cuadrados. Según su declaración de intereses, Alejandro Murat no renta ninguna de estas propiedades porque el aspirante dejó en blanco la casilla que pide enlistar los bienes inmuebles que le generan ingresos a él o a sus familiares en primer grado.
Las nueve propiedades del candidato del PRI fueron compradas de contado, incluyendo un terreno en la delegación Magdalena Contreras, al suroeste de la capital, en 1986, cuando Alejandro Murat tenía 11 años.
En la lista de propiedades entregadas este 2016 no figuran las seis que Alejandro tiene en copropiedad con su familia Murat en Estados Unidos y que fueron reveladas por The New York Times en febrero de 2015.
El periódico estadounidense afirmó que los hijos de José Murat transfirieron los títulos de propiedad de sus departamentos en el Estado de Utah a sociedades fantasmas a finales de 2014. Una de estas es Loma AEAI, LLC.
Esta compañía constituida en Estados Unidos es una de las 12 sociedades donde Alejandro Murat tiene una participación accionaria. El perfil de la docena de empresas es variado. Cinco se dedican al sector inmobiliario, cuatro a los servicios, una al comercio y dos al transporte, ambas con menos del uno por ciento de participación accionaria.
El candidato del PRI, sin embargo, no reconoció ninguna ganancia en su declaración patrimonial por estas actividades empresariales o financieras ya que no reportó ingresos adicionales a su sueldo.
A pesar de sus múltiples propiedades y sociedades, Alejandro Murat solo tiene registrado un automóvil a su nombre.
En 2005, el entonces diputado federal compró a sus 30 años un Volkswagen Passat. El costo del vehículo fue de 850 mil pesos, según la información presentada al Instituto Mexicano para la Competitividad.
“Está muy alto el costo”, dice David Mondragón, un vendedor de Volkswagen en la Ciudad de México. El precio para el Passat 2016 inicia en los 339 mil pesos y llega hasta casi 600 mil en su versión más equipada. El blindaje, que no es común en este tipo de vehículos pero sí se ha llegado a instalar, es lo único que podría encarecer tanto un vehículo que al día de hoy es más caro que uno nuevo.
En 2004, un año antes de la compra del automóvil, José Murat, el padre de Alejandro, sufrió un atentado en la ciudad de Oaxaca. Un grupo armado disparó a la camioneta donde viajaba.
La Fiscalía General determinó tras una investigación que no existieron elementos para determinar que la agresión fue un complot urdido por un tercero y giró órdenes de aprehensión contra funcionarios locales por dar falsos testimonios.