Con el ataque terrorista del viernes en Túnez, en el que al menos 30 británicos fueron asesinados, los extremistas islámicos han declarado la guerra al Reino Unido, afirmó el primer ministro David Cameron.
Los extremistas islámicos “han declarado la guerra a Reino Unido y están atacando a nuestra gente en casa y en el extranjero”, señaló Cameron durante una entrevista a la radio británica BBC.
“Somos un blanco” de ataque declaró Cameron y prometió actuar con todos los recursos al alcance para responder a la matanza de turistas. “No podemos escondernos de esto y pensar que si nos retraemos dejas de ser un blanco. Ellos están atacando nuestra forma de vida y lo que defendemos, así que debemos mantenernos unidos junto con aquellos que comparten nuestros valores”.
El premier resaltó la necesidad de que la comunidad internacional haga un mayor esfuerzo para trabajar unida con el fin de combatir la amenaza del Estado Islámico (EI), grupo que se atribuyó el ataque contra los huéspedes.
Bárbaros y modernos
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El ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido confirmó que 15 víctimas británicas han sido identificadas después de que un sujeto abriera fuego contra vacacionistas que se hospedaban en un complejo hotelero de Susa.
La Real Fuerza Aérea británica envió un avión a Túnez para evacuar a turistas británicos y Cameron señaló que están preparados para repatriar los cuerpos de las víctimas.
Al mismo tiempo, 16 detectives de la Policía Metropolitana (Scotland Yard) y especialistas forenses de la unidad antiterrorista arribaron al país norafricano para ayudar en las investigaciones, informó dicho cuerpo policíaco.
El Gobierno británico calificó el ataque como el peor atentado contra sus ciudadanos desde el 7 de julio de 2005 en Londres —en el que murieron 52 personas— en ataques suicidas coordinados en el metro y autobuses de esta ciudad.