Con la llamada «Caravana 43», gira que recorrerá durante un mes 43 ciudades en todo el país, los padres buscan el apoyo de organizaciones como Amnistía Internacional (AI) e instituciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con la esperanza de conocer finalmente qué pasó con los normalistas.
«Vamos a buscar la intervención de organismos internacionales que puedan revisar el expediente, dar recomendaciones, participar en la investigación, porque a nuestras autoridades no les creemos», explicó en una entrevista Omar García, quien la noche del 26 de septiembre logró escapar de los policías que detuvieron a sus compañeros.
Las autoridades mexicanas dan por hecho que miembros del cártel de Guerreros Unidos, en una alianza con policías corruptos, asesinaron e incineraron a los estudiantes en un vertedero de Cocula, en el estado de Guerrero, pero los allegados de las víctimas rechazan esta versión.
Consideran que esa teoría tiene como objetivo «darle un carpetazo» al caso y quieren que las autoridades asuman su responsabilidad y respondan por la desaparición, ya que «la Policía se los llevó».
Indignados con la actitud de las autoridades mexicanas y sin resignarse al hecho de que su país «ya se olvidó del tema», una representación de los familiares, compañeros y abogados de los estudiantes desaparecidos iniciaron hoy en San Antonio, McAllen y El Paso (Texas) tres rutas para difundir el caso ante la sociedad estadounidense y la comunidad latina.
«En México se le apuesta al olvido. La prensa, el Gobierno y los demás espacios públicos y privados han cerrado la voz al movimiento de los padres de familia. Pareciera que el problema ha dejado de existir, cuando en realidad no se ha resuelto nada», advirtió García.
Tras dejar San Antonio, la ruta central de la «Caravana 43» recorrerá Austin y Dallas, también en Texas; Kansas City (Kansas), San Luis (Misuri), Saint Paul (Minesota), Milwaukee (Wisconsin), Chicago (Illinois), Grand Rapids, Lansing y Detroit (Michigan) y finalizará en Columbus (Ohio).
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Finalmente, desde McAllen irán a Houston (Texas), Nueva Orleans (Luisiana), Birmingham (Alabama), Atlanta (Georgia), Blacksburg y Richmond (Virginia), Durham (Carolina del Norte), Washington (capital federal), Baltimore (Maryland), Filadelfia (Pensilvania), Nueva York, Hartford (Connecticut) y terminarán en Boston (Massachusetts).
Julio César Guerrero, coordinador de la «Caravana 43», explicó que además de las ya conocidas reuniones con la CIDH y Amnistía Internacional, en Washington mantendrán un encuentro con el Caucus Hispano en el Congreso, que agrupa a varios congresistas demócratas.
En Los Ángeles, los recibirán miembros de la Federación de Maestros de California, uno de los sindicatos más influyentes del país.
Más allá de los principales objetivos de la caravana, difundir el caso y forzar a las autoridades a abrir nuevas líneas de investigación, Guerrero destacó que la organización ya ha servido «para unir a la comunidad mexicana (en Estados Unidos) en torno a una causa común».
Los familiares de los 43 estudiantes esperan que sus esfuerzos sirvan para esclarecer lo que realmente pasó con sus seres queridos, ya sea para abrazarlos o para enterrarlos, y puedan dejar atrás la angustia de saberlos desaparecidos.
«Todos los días esperan ver a sus hijos. Para una persona que ha podido enterrar el cuerpo es mucho más fácil admitir lo que ha pasado, pero la familia de un desaparecido nunca tiene la certeza», sentenció García.