Miles de machas (una especie de molusco abundante en Chile) fueron encontradas varadas en la Isla de Chiloé, en el sur del país, infectadas por la toxina que arrastra la marea roja, una corriente virulenta que ha afectado varias costas del mar chileno durante las últimas semanas.
Según informó la Armada chilena, gran cantidad de este molusco bivalvo (es decir, de la familia de las almejas y los mejillones) fue hallado en la Playa Grande de Cucao, Huentemó y Chanquín, todas islas que pertenecen al archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile.
Las pericias de la armada de guerra austral también detectaron la marea roja en jaibas (cangrejos) y almejas, aunque en menores cantidades.
La capitanía del Puerto de Chonchi acudió a la zona costera tras un llamado del presidente de la Comunidad Indígena de Chanquín, Alberto Naín, quien informó del varamiento.
«Las machas encontradas arrojaron positivo con la toxina de la marea roja», señaló a los periodistas el capitán del Puerto de Chonchi, el teniente Miguel Bravo.
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Tras un análisis de las autoridades sanitarias chilenas, se concluyó que los moluscos tienen presencia de la marea roja del tipo paralizante.
La marea roja, que apareció en Chile en 1971, es una toxina venenosa que provoca severas intoxicaciones en los seres humanos y su variante más severa produce parálisis muscular progresiva e incluso la muerte por paro respiratorio.
En el área infectada se reforzó la presencia de marinos y se informó a la población aledaña y turistas que acuden al archipiélago de Chiloé, una de zonas más turísticas y visitadas de chile, sobre la prohibición del consumo de los recursos varados provenientes del Pacífico.
El pasado 21 de abril, la Armada de Chile decretó una alerta sanitaria en la sureña región de Los Lagos, debido a la presencia de altas concentraciones de las toxinas paralizantes que desprenden de la marea roja.
