Manila, 6 mar (PL) Más de 75 mil personas quedaron sin hogar como consecuencia de la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Filipinas contra grupos insurgentes al sur del país, apuntó hoy un informe de la ONU.
El documento expone la situación de precariedad y falta casi total de alimentos y ayuda médica en la cual viven los damnificados, luego de varias semanas de combates en la provincia de Cotabato, ubicada en la meridional isla de Mindanao.
El 25 de febrero pasado la sexta división del Ejército filipino inició una ofensiva en esa región, como respuesta a los enfrentamientos por discrepancias territoriales entre dos grupos de extremistas islámicos.
El conflicto comenzó el 14 de febrero, cuando milicias de la organización Libertad del Bangsamoro Islámico (BIFF, por sus siglas en inglés) ocuparon varios localidades del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI).
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El BIFF, formado por antiguos militantes del FMLI, consideró el pacto como una «claudicación» y organizó desde entonces una serie de atentados terroristas por todo el país.
Durante 40 años de enfrentamientos entre los armados y el Estado, han muerto más de 150 mil personas.
A pesar del acuerdo firmado entre los irregulares y el Gobierno, muchos insurgentes no han depuesto las armas por temor a las represalias o por empecinamiento, arguye el experto en la región y profesor de la Universidad Nacional de Australia, Ben Hurton.
