La primera ministra, Theresa May, inició formalmente el miércoles el divorcio de Reino Unido de la Unión Europea, y dijo que no habrá vuelta atrás para un difícil proceso de separación que pondrá a prueba la unidad del bloque continental y que encamina a los británicos hacia lo desconocido.
Nueve meses después de que los británicos apostaron por el Brexit, May notificó oficialmente por carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que el Reino Unido renuncia al grupo al que se unió en 1973, en uno de los pasos más significativos que ha dado un primer ministro desde la Segunda Guerra Mundial.
May, que inicialmente se opuso al Brexit y accedió al cargo tras la tormenta política que siguió al referéndum, tendrá dos años para acordar los términos del divorcio antes de que entre en vigor a finales de marzo de 2019.
«Reino Unido deja la Unión Europea», dijo May a los legisladores en el Parlamento británico. «Es un momento histórico del que no hay marcha atrás».
May, de 60 años, afrontará una de las tareas más duras para cualquier primer ministro británico de la historia reciente: mantener unido a Reino Unido frente a las renovadas demandas independentistas escocesas, mientras celebra duras negociaciones con otros 27 estados de la UE sobre finanzas, comercio, seguridad y otros asuntos complejos.
El resultado de las negociaciones modelará el futuro de la economía británica de 2,6 billones de dólares, la quinta más grande del mundo, y determinará si Londres puede mantener su lugar como uno de los dos principales centros financieros globales.
CARTA DEL BREXIT
Para la UE, debilitada por las sucesivas crisis de deuda y de refugiados, la pérdida de Reino Unido es el mayor revés en sus 60 años de esfuerzos por forjar una unidad europea tras dos devastadoras guerras mundiales.
Los líderes europeos dicen que no quieren castigar a Reino Unido. Pero ante un auge de los partidos nacionalistas y antieuropeos, no pueden darse el lujo de ofrecer a Londres términos generosos que podrían alentar a otros estados miembros a seguir su ejemplo y romper el bloque.
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El anuncio de May con la intención británica de salir del bloque bajo el Artículo 50 del Tratado de Lisboa de la UE fue entregado en mano a Tusk en Bruselas por Tim Barrow, el representante permanente británico ante la UE.
Barrow entregó la misiva en las oficinas del presidente del Consejo Europeo, en la undécima planta del nuevo Edificio Europa, según un fotógrafo de Reuters presente en el lugar.
Ese momento fue el que puso formalmente en marcha el proceso de dos años de salida de Reino Unido. La libra esterlina, que ha perdido 25 centavos frente al dólar desde el referendo de junio, trepó casi medio centavo tras la activación del Brexit, tocando máximos de 1,2478 dólares.
May firmó la carta del Brexit el martes, momento que fue capturado en una fotografía en la que aparece sola en una mesa junto a un reloj, una bandera británica y un retrato al óleo del primer político que ocupó su cargo en el país, Robert Walpole.
La carta de 6 páginas para activar el Brexit fijó un tono positivo para las negociaciones, pero reconoce que la tarea de sacar a Reino Unido de la UE es trascendente y que alcanzar un acuerdo amplio en dos años será un reto.
El presidente del Consejo Europeo dijo que la UE intentará minimizar el costo para los ciudadanos y empresas del bloque, y que Bruselas quiere una salida ordenada de Reino Unido.
«Ya les echamos de menos», dijo Tusk. «Gracias y adiós». Reuters