Afuera de una estación de trenes de Roma, inmigrantes adolescentes venden drogas que sacan de sus mochilas estudiantiles y ofrecen sexo por dinero o ropa. En la capital de Suecia, se roban comida de los supermercados y duermen en las calles. En la noche, en los campos de refugiados en la costa norte francesa, tratan de subirse en la parte trasera de los camiones que van rumbo a Gran Bretaña.
A lo largo y ancho de Europa está creciendo una población que no está en el radar de las autoridades: miles de menores migrantes que viven por su cuenta, sin sus familias. Nadie ni siquiera sabe cuántos son. Un estimado no muy certero de la policía europea, Europol, señala que al menos 10 mil niños se han esfumado de los refugios o de los centros de recepción.
Not only that I have had a really hard erection, I was horny generic purchase viagra like hell too. Correctly sensing that they had stumbled on to a goldmine, Pfizer quickly changed course and released cialis in india as the first approved medical treatment for ED in men include high cholesterol, diabetes, high blood pressure, certain medicaments, etc … Online doctor consultation is generic viagra professional the solution of your ED. This not only causes trauma and depression but it viagra 25 mg also causes severe low self-esteem and depression. Estos menores migrantes, solos en el Viejo Continente, se escapan de las costuras del sistema migratorio europeo, que está a reventar, y presentan uno de los más formidables retos de la crisis de migrantes. El hecho de que resulte tan difícil tener cifras certeras sobre el fenómeno refleja las deficiencias de los 28 países del bloque en la aplicación de leyes y normas diseñadas para proteger a las personas que buscan asilo en general y los menores no acompañados en particular. El alto volumen de inmigrantes que arribaron el año pasado al continente ha hecho visible un problema que no es nuevo.
Como los adultos, los menores migrantes están llegando a Europa por razones económicas y de seguridad personal, según comprobó The Associated Press en entrevistas realizadas con más de dos docenas de jóvenes inmigrantes. La pregunta es dónde van a parar.