El gobierno de México está indignado por sus ciudadanos muertos en Egipto, pero ignora los muertos en casa, reclama un análisis de Daniel Peña, académico de la Universidad de Louisiana, en una columna de opinión publicada en el diario británico The Guardian.
“Los asesinatos en Egipto llegan en un momento en que el Presidente está acusado de una investigación simulada que rodea la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Iguala el año pasado”, sostiene el académico.
La tarde del domingo 13 de septiembre, el Ministerio del Interior de Egipto comenzó a divulgar información sobre un ataque a turistas egipcios y mexicanos, la primera versión oficial señaló que el incidente se produjo cuando los autobuses ingresaron en un “área prohibida” en la zona de Wahat, en el desierto occidental de ese país, mientras se realizaba una operación antiterrorista.
Las versiones posteriores al ataque generaron muchas interrogantes. Por ejemplo, se dijo que los turistas estaban en zona prohibida, pero se trata de un oasis promovido y visitado permanentemente por el turismo internacional. También se habló de la posibilidad de que la agencia no tuviera permisos, pero algunos de los familiares de las víctimas ya difundieron documentos que los desmienten.
Es por ello que el gobierno mexicano actuó y envió a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Claudia Ruiz Massieu, a Egipto, para entablar contacto con su homólogo allá y repatriar a los seis turistas mexicanos heridos, los cuales aterrizaron ayer viernes en México a bordo del avión presidencial.
Acompañados por la Canciller, fueron trasladados hacia el Instituto Nacional de Rehabilitación al sur de la Ciudad de México, en donde el propio Peña Nieto los visitó, para después dar un mensaje a medios, en el que aseguró que el Gobierno de Egipto ha expresado su disposición de responder al reclamo y “esperamos que así ocurra”.
Para estos mexicanos sí hubo prioridad, pero no para los más de 164 mil civiles muertos de civiles o para las 20 mil personas desaparecidas o para los más de 70 periodistas y trabajadores de los medios asesinados en su propio territorio, desde el inicio de la guerra contra las drogas en el 2006, escribe Peña en The Guardian.
“Ninguna de esas muertes y desapariciones hicieron para el Presidente una prioridad la protección de sus ciudadanos, lo que al parecer, tuvo que llegar con las muertes de turistas mexicanos en Egipto”, indica el académico.
If such were the case, we would have had groundbreaking drugs and treatments like see that levitra 40 mg, levitra long time ago. Microcurrents can add an outside source of gentle energy to supplement deficient areas, and help drive cellular energy metabolism by promoting transfer of charged calcium ions through cell membranes to augment ATP and nucleic acid production. cialis buy cialis Blepharitis http://appalachianmagazine.com/category/travel-appalachia/ viagra wholesale uk is caused due to excessive growth of bacteria that is found on skin and oil glands of eyelids. Thankfully for most men, there are lots of creams, treatments and medicines that can help them overcome erectile dysfunction. cheap levitra generic Peña Nieto “tuvo el coraje”, dice el analista de pedir al gobierno egipcio “llevar a cabo una investigación exhaustiva” sobre las razones de sus fuerzas de seguridad para matar a doce turistas, ocho de los cuales eran ciudadanos mexicanos, después de que presuntamente los confundieron con terroristas.
“[…] Hay una cierta ironía en que el gobierno de México actúe preocupado por la muerte de sus ciudadanos en el extranjero, ya que no está haciendo lo suficiente para investigar a los funcionarios municipales y policías acusados de facilitar activamente la muerte de sus propios ciudadanos y el encubrimiento estas muertes”, opinó Peña.
Ironía también es que México viva la tormenta perfecta en casa, con “las investigaciones pendientes relativas a la masacre de Tlatlaya ocurrida el año pasado, así como los recientes asesinatos de la activista Nadia Vera y del fotoperiodista Rubén Espinosa en la Ciudad de México este año”, dijo Peña, quien antes ya había hecho referencia al caso Ayotzinapa en su texto.
El académico de la Universidad de Louisiana, hizo referencia a la indignación del Presidente, de los senadores, y de Ruiz Massieu, quien voló a El Cairo el martes para buscar respuestas por parte del Gobierno de Egipto, diciendo antes de su partida: “Nos enfrentamos a una terrible pérdida de vidas humanas y a un ataque injustificado que nos obliga a hacer de la protección de nuestros ciudadanos un prioridad”.
“Pero ¿por qué proteger a algunos mexicanos es una prioridad para su gobierno mexicano y no otros?”, se preguntó Peña en su columna de opinión publicada en The Guardian, quien también se refirió al informe independiente de los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentado la semana pasada, que reveló que la investigación del gobierno mexicano sobre la muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa estaba llena de “contradicciones”.
A pesar de estas contradicciones y el descrédito de las conclusiones de la investigación oficial, la Procuraduría General de la República sigue insistiendo en la veracidad de la misma, indicó Peña en su texto.
“Mientras que al gobierno [federal] mexicano le gusta presentarse internacionalmente como la víctima de bandas rebeldes del narco y de funcionarios locales corruptos, estas investigaciones plantean serias dudas sobre la complicidad del gobierno federal en los crímenes cometidos contra sus ciudadanos”, analizó el académico.
“¿Qué se puede pensar de un gobierno al que se le acusa de no hacer lo suficiente para investigar los asesinatos de los jóvenes, escritores, periodistas de México y sin embargo, exige respuestas a un gobierno egipcio que -a pesar de la revolución- se sigue manteniendo unido, aunque sea precariamente? Si usted es Egipto, sólo se puede reír”, concluyó Peña su opinión publicada en el rotativo británico.