México quiere ser el primer país de Latinoamérica en “apagar” la señal analógica de televisión y trascender hacia la digital, pero se ha encontrado con el obstáculo de la desigualdad: no todos los mexicanos pueden costear la transición.
A unos días de que se cumpla el plazo fijado por el gobierno para el apagón analógico, cuatro de cada 10 mexicanos no están listos para ello.
El país que vio nacer al inventor de la televisión a color -Guillermo González Camarena- hoy se ve forzado a cambiar sus viejos televisores por los digitales, ya no sólo por un afán de modernidad sino porque, de no hacerlo, a partir del 1 de enero del 2016 simplemente no podrán ver la programación: el apagón analógico deberá producirse en todo el territorio antes de que concluya este año, según la previsión del gobierno.
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La SCT asegura que el 90% de los hogares mexicanos ya cuenta con un receptor digital, pero un reporte de la encuestadora Parametría asegura que 41% no tiene los requerimientos técnicos para recibir la señal digital.
La transición será realizada por las operadoras de televisión en el país, que cesarán sus transmisiones de señal análoga y mantendrán sólo la digital, por lo que los usuarios deberán adaptarse técnicamente a este cambio. Sus opciones para no quedarse sin señal a partir de enero, son: adquirir un televisor digital y una antena aérea para recibir la señal; seguir usando su televisor analógico pero comprarle un decodificador con un precio promedio en el DF de 500 pesos (unos 28 dólares) más la antena aérea, cuyo costo promedio es de 700 pesos (40 dólares); o contratar un servicio de televisión por cable, cuya señal ya viene decodificada y lista para ser recibida por un aparato analógico.