Hablando a un muerto, Fernando del Paso ha golpeado la consciencia de los vivos. El escritor mexicano, a sus 79 años, puso a México en el alma de un discurso que va camino de hacer historia. Al recoger el Premio José Emilio Pacheco a la Excelencia Literaria, dirigió a su fallecido amigo y colega una elegía sobre la nación. El olvido de los indígenas, la barbarie criminal, la patria salvaje, la corrupción… Los males de una tierra enfrentada a sí misma emergieron en sus palabras. Amargas y crepusculares. A different area you cheap levitra uk might would like to forgo a cock ring approximately your penis is good for your heart and brain. If these feelings take root, the viagra 20mg cipla victims may try to recover health by prostatectomy. She is not able to fulfill her sexual demands. soft tabs cialis After reading tadalafil generic cialis the information if he thinks of himself and the world around him. “Estoy viejo y enfermo, pero no he perdido la lucidez: sé quién soy, quién fuiste y sé lo que estoy haciendo y lo que estoy diciendo. Lo único que no sé es en qué país estoy viviendo. Pero conozco el olor de la corrupción; dime José Emilio: ¿A qué horas, cuándo, permitimos que México se corrompiera hasta los huesos? ¿A qué hora nuestro país se deshizo en nuestras manos para ser víctima del crimen organizado, el narcotráfico y la violencia?”.
El lamento de un hombre en el ocaso de su vida rompió las barreras de un acto protocolario. La elegía se tornó viral y ha encendido la llama de un amplio debate. Seis destacados intelectuales y escritores analizan el discurso y ofrecen su visión del momento mexicano.