Al gigantesco parásito petrolero Carlos Romero Deschamps no se le ocurrió que habría miradas curiosas puestas sobre él mientras en el “senado” –cooptado por sus cómplices– se simulaba la discusión de una “ley anticorrupción”, que por cierto no servirá absolutamente para nada, a menos que la mayoría de los sujetos que se autonombran “senadores” tengan planeado encerrarse a sí mismos, empezando por el marrano Romero Deschamps.
¡Pero qué va! Es tan cínico que no le interesa que lo vean planeando sus trapacerías en pleno Senado. El diarioReforma informó hoy que captó al líder del Sindicato Petrolero hojeando muy campante un catálogo de yates, junto a su amigo saqueador Gerardo Sánchez, líder de la Confederación Nacional Campesina, otro brazo priista en el sector agrario.
Según el citado diario, la fotografía de los sujetos relamiéndose los bigotes mientras veían el catálogo, se tomó ayer durante la votación en el pleno para avalar modificaciones a 14 artículos constitucionales que crearán el Sistema Nacional Anticorrupción. Y mientras PRI y AN sigan existiendo, ese mentado “sistema anticorrupción” sólo significa más burocracia, más saqueo al erario y, claro, más corrupción.
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Por su parte, la revista Proceso reveló en 2013 que Romero Deschamps regaló a su hijo José Carlos un vehículo de la marca Ferrari valorado en dos millones de dólares. “Para adquirirlo, es necesario contar por lo menos con dos vehículos Ferrari, demostrar solvencia económica, que el país donde vaya a circular el auto cuente con una agencia automotriz de esa marca, someterse a una sofisticada prueba de manejo y, claro, pagar la unidad”, señalóProceso en su nota.
Todo esto se da a conocer en el marco de la lucha de los jornaleros de Valle de San Quintín, Baja California, esclavizados en campos agrícolas de la región a cambio de 110 pesos al día; las revelaciones sobre los últimos lugares que ocupa México en pago de pensiones a jubilados mientras “funcionarios” y sus familias exhiben groseramente su riqueza mal habida, etc.
