Unas 160.000 personas se manifestaron el sábado en Barcelona, según la policía municipal, al grito de «¡No más excusas!» para reclamar que España acoja «ahora» a los miles de refugiados que se comprometió a recibir en 2015.
La alcaldesa de la segunda ciudad de España, Ada Colau, pidió a los manifestantes «llenar las calles» en esta marcha llamada «queremos acoger» («volem acollir», en catalán).
Hacia las 16H00 locales (15H00 GMT), decenas de miles de personas abarrotaban las calles del centro, muchas de ellas vestidas de azul, para formar una «marea», de la que emanaban pancartas con el lema de la concentración: «no más excusas, ¡acojamos ahora!».
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En virtud de los compromisos con la Unión Europea, España debía recibir unos 16.000 candidatos de asilo admitidos ya en otros países, desde 2015. Pero sólo 1.100 llegaron hasta ahora.
Jacint Comelles, ceramista de 62 años, se manifestó en Barcelona con su familia y amigos. «En la Comunidad Europea se acordó acoger a un número determinado de refugiados pero, en realidad, se ha hecho muy poco, especialmente en España», dijo a la AFP.
«Reclamamos un mínimo de dignidad», continuó, «que al menos ese número de refugiados pueda venir», pedía este manifestante, asegurando que «en Cataluña, todo esta preparado para recibirlos».
El desfile estaba organizado por la plataforma «Nuestra casa es vuestra casa» («Casa nostra casa vostra», en catalán»). Según su página web, fue lanzada por «un grupo de personas independientes que trabajan en el campo de la comunicación» en Cataluña (noreste) y que se encontraron en mayo de 2016 en los campamentos de refugiados, en la frontera entre Grecia y Macedonia, donde acudieron para trabajar o para colaborar de forma voluntaria.
La manifestación del sábado estuvo apoyada por la mayoría de los partidos políticos, sindicatos y entidades de Cataluña, según los medios españoles.
Al final de la marcha, Oriol Amorós, secretario de Igualdad del gobierno catalán, dirigido por los independentistas, deseó que los Estados europeos escuchen este «clamor» y que el gobierno español «reconsidere su posición» y conceda visados.
«Es la manifestación más grande que se ha hecho en Europa en defensa de los derechos de los refugiados», recalcó Amorós.
El miércoles, la presidenta de la diputación provincial de Barcelona, Mercè Conesa, dijo públicamente que consideraba «vergonzoso» que «España solo haya acogido a mil refugiados.
Junto a los alcaldes de otras ciudades de Cataluña, Conesa pidió a la Comisión Europea que «comience a sancionar de manera severa» a los países que no cumplen con los compromisos adquiridos de acogida.
La manifestación terminó simbólicamente al borde del mar Mediterráneo, donde más de 5.000 inmigrantes han perdido la vida en 2016.
Después, varias intervenciones fueron retransmitidas en directo en la televisión catalana.
«Somos víctimas de la guerra», declaró una refugiada siria, Meera Zaroor. «Queremos que el dictador (Bashar al Asad) y la organización Estado Islámico -que son dos caras de la misma moneda- se vayan y podamos volver al país», dijo, interrumpida por las ovaciones.
En 2016, las organizaciones no gubernamentales Amnistía Internacional y Oxfam denunciaron la política del gobierno conservador de Mariano Rajoy en materia de acogida de refugiados.
Barcelona presentó desde el mes de agosto de 2015 un plan para recibir a refugiados provenientes de Siria, Irak, Afganistán o Eritrea.
Pero en 2016, Ada Colau, lamentó que España admite a muy pocos refugiados y se desplazó hasta Bruselas para «criticar la respuesta que ha dado Europa» ante la crisis migratoria. AFP