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La ONU reclamó este jueves «pausas» en los combates contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en Raqa para permitir a los civiles escapar de esta ciudad en el norte de Siria.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza árabe-kurda apoyada por Estados Unidos, expulsaron a los yihadistas del 60% del casco urbano, que controlaban desde 2014. Pero la ONU calcula que en la ciudad hay todavía hasta 25.000 civiles.
«Ahora es tiempo de reflexionar en las posibilidades, las pausas que podrían facilitar la huida de los civiles», declaró Jan Egeland, jefe del grupo de trabajo humanitario de la ONU para Siria, en declaraciones ante la prensa en Ginebra.
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La gente de Raqa «está asediada en un laberinto mortal donde todos están bajo fuego de todos los bandos», consideró este jueves Amnistía Internacional, mientras sigue aumentando el número de civiles muertos en ataques aéreos de la coalición internacional o en bombardeos de las FDS.
Egeland subrayó que ninguna pausa humanitaria implicaría a los yihadistas del grupo EI, que hacen «todo lo posible para utilizar [a los civiles] como escudos humanos».
La ONU ya reclamó pausas humanitarias en Siria logrando resultados moderados, sobre todo en la batalla de Alepo, cuya asediada población sufría la escasez de alimentos y agua potable.
Pero en esa batalla entre rebeldes y fuerzas gubernamentales sirias, la ONU pudo negociar con diferentes partes, lo cual no ocurre en Raqa, bastión del grupo EI.
«No puedo imaginar un lugar peor en la Tierra que esos cinco barrios» controlados por los yihadistas, dijo Egeland. AFP