La oposición venezolana dio este miércoles un ultimátum al gobierno de Nicolás Maduro durante una multitudinaria protesta, en la que anunció que declarará al presidente «en abandono del cargo» y convocó a una huelga general.
Al final de la marcha de cientos de miles de personas -que activistas estimaron en 1,2 millones de manifestantes-, los principales dirigentes de la oposición anunciaron su ofensiva para lograr la destitución de Maduro, tras la suspensión del referendo revocatorio.
Desde la tribuna, el presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, Henry Ramos Allup, anunció que Maduro será declarado en «abandono del cargo» por el Parlamento, lo que le será «notificado» en una manifestación hacia el palacio presidencial de Miraflores el 3 de noviembre.
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«Hemos comenzado un proceso para declarar la responsabilidad política de ese vago que tenemos en Miraflores», dijo Ramos Allup, al explicar que la la figura del «abandono del cargo» está contemplada en la Constitución cuando el presidente deja de cumplir sus deberes.
Al tomar la palabra, el secretario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó a una huelga general de 12 horas el próximo viernes.
En medio de una crispación creciente, el líder Henrique Capriles exigió a Maduro «ordenar» al poder electoral reactivar el proceso del revocatorio.
«Hoy le estamos dando un plazo al gobierno. Yo le digo al cobarde que está en Miraflores (…) que el 3 de noviembre todo el pueblo venezolano se viene para Caracas porque vamos pa ‘Miraflores», advirtió Capriles.
En Caracas la movilización transcurrió sin incidentes, pero en ciudades de algunos estados, como Táchira, Mérida y Sucre se registraron escaramuzas. Al menos 39 detenidos y 20 heridos dejaron las marchas opositoras, denunció Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal.
La oposición responsabiliza a Maduro por la aguda crisis que atraviesa el país petrolero, con una inflación de tres dígitos, recesión económica, constantes fallas en los servicios públicos y una escasez persistente de alimentos y medicinas.
Henrique Capriles, líder de la oposición y dos veces candidato presidencial, no descartó que la protesta, bautizada como la «Toma de Venezuela», pueda llegar a las puertas del Palacio de Miraflores, la sede el Gobierno en Caracas.
«Salgo a la calle y voy a estar todo el tiempo que sea necesario porque creo que es la forma de hacer presión a este Gobierno para que cumpla con la Constitución y se dé cuenta que estamos pasando hambre», dijo Nelson Ruiz, un profesor de 52 años en la ciudad occidental de Coro.
«Lo que está sucediendo en este país nos está perjudicando a todos por igual, sólo un grupo de políticos de arriba se benefician. Es urgente un cambio», agregó. AFP