Si Donald Trump llegara a ser presidente de Estados Unidos, México estaría “al borde de una nueva guerra” con su vecino al norte, consideró el historiador, Enrique Krauze, quien anticipa un combate devastador; sin embargo aún se puede, y debe, parar al millonario neoyorquino.
Una manifestación ciudadana, considera, “sería maravilloso verla en una marcha pacífica”.
En una colaboración en el diario español El País, Krauze reseñó la guerra que Estados Unidos declaró unilateralmente contra nuestro país en abril de 1846. Entonces, México perdió más de la mitad de su territorio y 50 mil ciudadanos murieron. Para dar una idea del resultado, citó al general Ulysses S. Grant -y más tarde presidente de los Estados Unidos-, quien la definió como “la más perversa jamás librada”.
“De pronto, a 170 años de distancia, el pasado vuelve como pesadilla. De ocurrir, es obvio que la nueva guerra no será militar: será una guerra comercial, económica, social, étnica, ecológica, estratégica, diplomática y jurídica”, apunta el escritor.
Si el candidato republicano obtuviera la victoria en las elecciones de noviembre próximo, México corre más riesgo que ningún otro país, incluido China o los países de la que forman la Organización de Tratado de Atlántico Norte, consideró Krauze.
Sobre las referencias negativas de los ciudadanos mexicanos, escribe, “ahora nos toca a nosotros mismos defendernos”, pues “el gobierno de Peña Nieto ha decidido adoptar la política de la avestruz”, ya sea por el respeto a los asuntos internos de otros países o por cautela. Cualquiera que sea la razón, para Krauze es una equivocación, pues se pierde “la oportunidad de incidir en la elección”.
“¿Dónde están los partidos políticos? Viven absortos, obsesionados con la carrera presidencial hacia 2018. Pero, sobre todo, ¿dónde están las voces y liderazgos de la izquierda? ¿Es posible que ignoren el efecto devastador que tendría en millones de familias pobres el eventual embargo de las remesas que son su fuente primordial y a veces única de sustento?”, se pregunta.
Por la indiferencia mostrada, Krauze explica que quizás se deba a una “secreta simpatía hacia Trump” por su inclinación contra la globalización o por su simpatía hacia el presidente ruso Vladimir Putín. “Hasta los imagino brindando por la putrefacción final del imperio americano”, reflexiona el historiador.
Al final pregunta: “Más allá del Gobierno y los partidos, ¿dónde está la sociedad civil? Hace tiempo que no se manifiesta en las calles”. Por lo que propone una marcha pacífica del Ángel al monumento a Abraham Lincoln, el mandatario estadounidense que se opuso a la guerra de 1846. Septiembre sería la fecha ideal, dice, para un homenaje a los muertos de ese enfrentamiento bélico y una “muestra de que México, a diferencia de un sector de EU, no ha perdido la civilidad, la razón y el corazón”, expuso el también director de la revista Letras Libres.
