
Desde hace días se hablaba de una posible traición, no solamente al Presidente Donald Trump, sino al pueblo estadounidense.
Algunos no veían posible una traición por parte del vicepresidente Mike Pence, quien entonces se destaparía como parte de los intereses globalistas y en contra de la democracia del país.
Sin embargo, Pence emitió un comunicado antes de la certificación del Colegio Electoral. En donde rechazó el llamado del presidente Trump de rechazar a los electores de Biden.
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Pero Pence se dobló, cayó y dijo que: “Es mi juicio meditado que mi juramento de apoyar y defender la Constitución me limita a reclamar autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no”.
De ayer a hoy, el Vice-Presidente, cambió aparentemente, no está pidiendo auditoría para el conteo de votos; no quiso esperar a contar los votos en los estados en disputa. No ha enfrentado su deber y el pueblo se lo está demandando ya.