Perú se ha salido de las manos de la presidente Dina Boluarte. El país estalla y sigue estallando, con decenas de muertos y sin que la actual mandataria pueda hacer casi nada.
El gobierno de Boluarte impuso un nuevo estado de emergencia por otros 30 días a partir del domingo pasado, aplicable a las zonas más conflictuadas del país, al sur de los Andes. Partiendo de los acontecimientos violentos de la semana anterior.
El toque de queda sigue vigente en la zona, por lo que no se puede salir de casa o estar en la calle, entre las 8 de la noche y las 4 de la mañana. Allí también se despliegan fuerzas militares y policiales. Quedan restringidos derechos a reunión y libertad de tránsito. Esta decisión también incluye a la capital del país, a Lima.
La población peruana, anotan medios de comunicación independientes, parece estar viviendo el despertar de una larga historia en la que los medios de comunicación no han hecho su trabajo y apenas se convierten en eco de lo que los gobiernos quieren que se sepa, a pesar de la gran cantidad de peruanos que están en contra de cualquier olor a “comunismo”.