Los hogares de ancianos en Estados Unidos siguen reportando brotes aislados de COVID-19 y muertes asociadas por la enfermedad, aunque en escalas mucho menores que durante el pico de la pandemia.
Por dicha razón, estas instalaciones están siguiendo las recomendaciones federales y estatales de suspender las visitas, lo que ha causado desilusión y frustración entre los familiares que esperaban regresar a la normalidad una vez los residentes estuviesen vacunados.
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