El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no le teme a las sorpresas, pero ¿podría dar uno de los mayores giros en su política exterior, aliviando las sanciones contra Irán?
La clase política estadounidense es muy escéptica acerca de que Trump cambie de rumbo sobre Teherán, dado que los asesores de la Casa Blanca han presionado durante largo tiempo por una línea dura que incapacite al régimen.
Pero el presidente, que ya sorprendió al mundo al reunirse con el líder de Corea del Norte, pareció abierto a la idea de su par francés Emmanuel Macron, quien el lunes le propuso un encuentro en las próximas semanas con el mandatario iraní Hassan Rohani.
Respondiendo a una sugerencia de Macron, anfitrión de la cumbre del G7 en Biarritz, Trump dijo que Irán «puede necesitar algo de dinero para superar un momento difícil» en forma de una línea de crédito.
La idea es parte de un esfuerzo liderado por Francia para mantener vivo el acuerdo nuclear de 2015, en virtud del cual Irán redujo drásticamente su desarrollo de armas de este tipo. El pacto fue negociado bajo el expresidente estadounidense Barack Obama y desechado por Trump.
Barbara Slavin, directora de la Iniciativa del Futuro de Irán en el centro de análisis Atlantic Council, dijo que Macron probablemente estaba tratando de ganar tiempo y de mantener a Irán en el acuerdo, recordando también que Trump podría ya no estar después de las elecciones del próximo año.
Irán ha minimizado la posibilidad de una cumbre: Rohani dijo que Estados Unidos primero debe levantar todas las sanciones, las cuales han perjudicado gravemente a una economía que se había disparado tras el acuerdo nuclear.
– Asesores en contra –
Slavin duda que Trump ponga fin a las sanciones, o incluso que concrete una cumbre, cuyo escenario más probable sería al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York el próximo mes.
«Rohani no se reunió con Obama, quien negoció el acuerdo. Todo lo que Obama consiguió fue una llamada telefónica con Rohani; ni siquiera se dieron un apretón de manos al margen de la Asamblea General de la ONU», dijo Slavin.
«¡Trump ha castigado a Irán más que cualquier otro presidente en la historia de Estados Unidos por cumplir con un acuerdo internacional! Entonces, ¿por qué Rohani recompensaría a Trump con esa foto (de un encuentro)?», agregó.
A diferencia de Corea del Norte, donde Kim Jong Un ha sacado ventaja de haberse reunido con Trump, Estados Unidos ha resultado tóxico para los políticos iraníes desde la revolución islámica de 1979 que derrocó al sah y su régimen de orientación occidental.
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«La idea de que Irán reciba algún beneficio económico tangible simplemente por dejar de hacer cosas que no debería haber estado haciendo en primer lugar no es un punto de partida», dijo Bolton a Radio Free Europe este martes.
La administración Trump, que está estrechamente aliada con Arabia Saudita e Israel, rivales de Irán, ha exigido importantes cambios a Teherán más allá de su programa nuclear, incluido el fin del apoyo a grupos de la región, como los militantes de Hezbolá del Líbano y los rebeldes hutíes de Yemen.
– Una idea «sumamente estúpida» –
Mark Dubowitz, director de la Fundación para la Defensa de las Democracias, un centro de análisis que alienta una línea dura contra Irán, dijo que una cumbre demostraría que las sanciones empujaron al régimen al camino de la diplomacia.
Pero se expresó en contra de la línea de crédito propuesta por Macron, que según informes podría ser de hasta 15.000 millones de dólares para ayudar a estabilizar la economía de Irán.
«Esta es una idea sumamente estúpida. Aquellos que condenaron con razón a Obama en 2013-2015 por ofrecer un prematuro alivio de sanciones al régimen iraní, en lugar de aumentar la presión, deberían estar involucrados en todo esto», tuiteó.
Nikki Haley, exembajadora de Trump en Naciones Unidas, criticó a Macron por invitar al ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif, a la cumbre del G7. Hacerlo fue un gesto «manipulador» del mandatario francés y «muy poco sincero», tuiteó junto al hashtag #NotWhatFriendsDo» («No es lo que hacen los amigos»).
Pero Nicholas Burns, un veterano diplomático estadounidense que ahora es profesor en Harvard, dijo que los esfuerzos de Macron al menos han logrado cambiar la conversación.
En junio, Trump autorizó un ataque contra Irán en represalia por su derribo de un dron espía estadounidense, aunque luego suspendió abruptamente la operación.
«Macron tiene razón al intentar ayudar a abrir un canal entre Washington y Teherán», tuiteó Burns.
«Eso podría permitirles a los dos pasar del uso de la fuerza a la diplomacia». AFP