La procuradora de justicia del condado de Cook, Anita Álvarez, resolvió no presentar cargos contra un policía hispano que mató de dos disparos por la espalda a un presunto pandillero negro en el sur de Chicago, Estados Unidos.
»Después de una investigación muy meticulosa, hemos decidido la no presentación de cargos contra el oficial George Hernández», anunció la fiscal en conferencia de prensa.
Álvarez mostró un vídeo del procedimiento policial, donde se ve cómo Ronald Johnson III, de 25 años e identificado por la policía como un pandillero conocido, huye de varios agentes con un arma en la mano en el momento en el que Hernández hace cinco disparos.
Uno de los proyectiles, que impactó a Johnson y salió por su ojo izquierdo, fue el que le provocó la muerte.
Este nuevo caso de supuesta violencia policial y racismo surge a raíz de la publicación, en noviembre pasado, de un vídeo en el que se ve al joven negro Laquan McDonald, de 17 años y que iba armado con un cuchillo, corriendo, aparentemente alejándose de un grupo de policías, cuando recibe un primer balazo.
El joven recibió hasta 16 disparos de manos del agente blanco Jason Van Dyke, de 37 años, quien ha sido acusado de homicidio en primer agrado.
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El incidente de Johnson III ocurrió el 12 de octubre de 2014 y la demora en su investigación, así como la negativa de la Policía a divulgar el vídeo, provocaron duras críticas a la fiscal, quien fue acusada de un presunto encubrimiento.
»Aquí no hubo ningún encubrimiento», afirmó Álvarez, para quien, aunque no había dudas de que Hernández mató a Johnson, »había que investigar a fondo para determinar si actuó razonablemente bajo la ley».
Según la fiscal, la actuación del policía fue »razonable y permisible», en un caso donde el perseguido, que se resistió al arresto, tenía en su mano derecha una pistola semiautomática con doce proyectiles que pudo haber usado contra los policías.
Las acusaciones y sospechas contra el Departamento de Policía de Chicago llevaron a que el Departamento de Justicia federal anunciara la apertura de una investigación a la Policía de Chicago sobre racismo y uso excesivo de la fuerza.
La fiscal general, Loretta Lynch, dijo hoy que esta investigación es similar a las realizadas previamente en los departamentos de Policía de Ferguson (Misuri) y Baltimore (Maryland), donde otros ciudadanos negros fueron víctimas de disparos de agentes.
