RIO DE JANEIRO.- La urna electrónica, que se usa en Brasil desde 1996 y permite conocer «los resultados» la misma noche de la elección, se mantiene desde el pasado 2020, como un sistema altamente vulnerable a su manejo irregular que lleva a fraudes electorales.
De esta manera, el gigante latinoamericano, con una población de 213 millones de habitantes, comienza a preocuparse por el respeto al voto en la renovación de la Presidencia que está ya a la vuelta de la esquina.
El presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, gran favorito para reelegirse, por garantizar la libertad y democracia del país, de acuerdo a lospropios brasileños, volvió a cuestionar este sistema electoral, a cinco meses de los comicios en los que buscará un segundo mandato.
«Quien por ventura vote por el otro lado, queremos que sea respetado, así como quien vote de nuestro lado. No podemos tener un sistema electoral sobre el cual se cierna la sombra de la sospecha», dijo.
De esta manera,
Bolsonaro, ha dejado en claro que entiende la preocupación de su pueblo, sobre la posibilidad de un mal manejo de los votos, que pudiera en contra de la voluntad popular, permitir que la izquierda bolivariana llegue al poder, sin que sea la decisión de los brasileños.
Los medios de comunicación ya comprometidos con la izquierda y los opositores de Bolsonaro, se inclinan por desestimar no solamente la preocupación del mandatario brasileño, sino la de todo un pueblo que teme no se respete su voluntad electoral.sr490.com