El presidente iraní, Hasan Rohani, llamó este sábado a la unidad, en momentos en que es criticado desde todas partes por su gestión de las tensiones con Estados Unidos y de la crisis económica.
«No es momento de descargar el peso sobre las espaldas de los demás. Debemos ayudarnos unos a otros», declaró Rohani, un moderado, durante un discurso en el mausoleo del imán Jomeini, fundador de la República islámica, y transmitido por la televisión.
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«Los problemas económicos y la resistencia a las conspiraciones del extranjero son responsabilidad de todos nosotros», agregó.
Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear iraní de 2015 y restableció las sanciones económicas contra Teherán y colateralmente las aplicará contra quienes mantengan relaciones comerciales con Irán.
Varias compañías europeas anunciaron que abandonaban Irán debido a las sanciones de Washington.
La economía iraní ha sufrido en los últimos meses y la moneda nacional, el rial, se ha desplomado ante el dólar, mientras que los precios de los alimentos aumentan de forma incesante.
Hasan Rohani ha visto cómo su electorado, integrado esencialmente por iraníes de zonas urbanas favorables a las reformas, se aleja de él, mientras las capas más desfavorecidas de la sociedad protestan a menudo por los problemas económicos.
Las críticas más virulentas proceden de los religiosos del campo conservador, que se opusieron siempre al acercamiento con Occidente iniciado por el presidente.
Rohani ha minimizado sin embargo estas disensiones: «El clero, las instituciones y el gobierno están juntos, unos con otros», aseguró. AFP
