Residentes de pueblos franceses, protestaron el sábado contra el arribo de migrantes que están siendo dispersados alrededor del país en momentos en que el gobierno cierra el campamento de Calais que se ha convertido en punto focal de la crisis de migrantes en Europa.
Actos rivales se realizaban en Pierrefeu, en el sur de Francia, bajo la mirada atenta de la policía.
El alcalde encabezó una protesta de varios centenares de personas contra una propuesta del gobierno de albergar unas cuantas decenas de migrantes en un ala abandonada de un hospital siquiátrico mientras solicitan asilo o estudian otras opciones.
Activistas de izquierda respondieron con su propia concentración, más pequeña, para dar la bienvenida a los migrantes – pero fueron eclipsados por otra protesta organizada por el anti inmigrante Frente Nacional, de ultraderecha.
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El Frente Nacional ha hecho del plan de reubicación de Calais una causa nacional, llamando a alcaldes a resistirse y organizando protestas en todo el país. La resistencia a la inmigración es un tema central de la líder del partido, Marine Le Pen, en su campaña por la presidencia en los comicios del próximo año.
El presidente Francois Hollande prometió cerrar el campamento de Calais antes del invierno y reubicar a hasta 9.000 migrantes que viven allí en unos 164 sitios en toda Francia en lo que se examinan sus casos. El campamento ha sido un asunto embarazoso para el gobierno y símbolo de la incapacidad europea para encontrar soluciones ante la crisis de migrantes.
Las autoridades ya han estado sacando migrantes de Calais en pequeños números antes de lo que grupos de ayuda anticipan sea una operación mayor en las próximas semanas.
Residentes de Pierrefeu, hostiles a los migrantes, dicen que temen que los recién llegados amenacen su seguridad y les preocupa que haya tensiones con los pacientes siquiátricos. El gobierno pondera enviar hasta 60 migrantes a esta ciudad de 6.000 habitantes.
