El presidente de Rusia, Vladimir Putin, hizo una fuerte crítica al adoctrinamiento que realizan países de Occidente y que pretende acabar con el núcleo de la sociedad: la familia.
«Están destruyendo la institución de la familia, su identidad histórico-cultural y varias perversiones con respecto a los niños».
Siendo uno de los líderes mundiales que luchan en contra de ideas que propagan países de occidente, el presidente ruso aseguró que: «Los sacerdotes están obligados a reconocer y oficiar bodas entre personas del mismo sexo. La familia es una unión entre mujer y hombre».