«La bandera nacional simboliza la lealtad a nuestros valores tradicionales, a los que nunca renunciaremos: la verdad y la justicia, la solidaridad y la misericordia, el respeto hacia la historia rusa ininterrumpida por muchos siglos, hacia los logros y las victorias de nuestros antepasados, que nos dejaron como legado cuidar y defender nuestra patria y no permitir los dictados y la hegemonía externa».
Este fue el mensaje de ayer domingo del presidente ruso, Vladímir Putin, con motivo del Día de la Bandera. Cuando también expresó que «Rusia es una poderosa potencia mundial independiente», cuyo «deseo de vivir por su propia voluntad».
De esta manera, de alguna forma ha ratificado Putin su mensaje de la semana pasada cuando se refirió a que los intentos de algunos países de cancelar a Rusia y de abolir su cultura serán inútiles.