Las metas del plan de reactivación económica que presentó el gobierno de la Ciudad de México serán difíciles de cumplir si no se generan esquemas de apoyo las compañías, y si la administración federal se mantiene ajena, a divirtieron empresarios de la capital del país.
Este miércoles, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, reveló que partir de una inversión de 25,000 millones de pesos en obra pública y de 50,373 millones de pesos para la construcción en el sector privado se podrían restablecer 987,000 empleos.
Luego de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) detalló que durante los primeros cuatro meses del año se perdieron cerca de 197,000 empleos formales en la capital del país.
Ante ello, Gabriel Aguirre Marín, presidente del Comité de Estrategia Pública de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la CDMX, consideró que sin el compromiso del gobierno federal y un apoyo efectivo a las empresas, el plan de reactivación económica no será viable.
“La Ciudad de México no es una isla. Por más que realizó un plan de reactivación y haya una participación del sector empresarial en la obra pública, la realidad es que no vamos a salvaguardar a las empresas si no se tiene un programa de apoyo específico desde gobierno federal en el ámbito fiscal”.
En entrevista para Forbes México, aseveró que las autoridades capitalinas tiene que pedirle a la administración federal a que se involucre en este ámbito, puesto que cuenta con mayores recursos para ejercer.
Apuntó que entre las medidas que se deberían de implementar de apoyo a las compañías está un reacomodo en la estrategia fiscal, con lo cual se debería aligerar la carga social, como el cobro del Impuesto Sobre la renta (ISR), así como una reducción o condonación de impuestos sobre la nómina durante los meses que dure el reinicio de actividades.
Aguirre Marín sugirió que se genere un salario solidario, donde el gobierno federal aporte aproximadamente el 30% del salario de los trabajadores de las medianas y pequeñas empresas, mientras los empresarios generan el 70% restante.
En el caso de los grandes negocios, donde los sueldos son más altos, la recomendación sería que fuera una aportación del 50% gubernamental y 50% del sector privado.
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Para lograr este modelo de financiamiento, añadió que se tendría que realizar una reestructura del presupuesto federal y local, por lo que tendrían que dejarse de lado los grandes proyectos como el Tren Maya y la refinería en Dos Bocas.
Además, subrayó que este esquema no sólo sería para beneficiar a las empresas, sino para mantener la plantilla productiva de las mismas.
Por su parte, la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la capital del país aseveró que la reactivación de la economía no será posible sin una serie de mecanismos de financiamiento por parte de las autoridades a los 345 mil negocios que están por abrir sus cortinas.
Informó que los costos para la reinserción de una de estas entidades económicas iría desde los 70,000 hasta los 350,00 mil pesos, si se toma en consideración que hay pequeños comercios con hasta ocho empleados en promedio, al igual que se deben cubrir gastos operativos como servicios y desinfección del lugar.
“Estimamos que sólo el 10% de las microempresas cuentan con algún tipo de ahorro que les pudiese servir para afrontar esta transición sin embargo no es suficiente”, aclaró la cámara por medio de un comunicado de prensa.
Indicó que varios negocios acumularon deudas, perdieron clientes y empleados, además que generaron pérdidas mensuales de más de 50,000 pesos desde que inició la pandemia, por lo que se estima que el impactó fue de 112 mil millones de pesos para el sector.
“Consideramos necesario hacer un llamado a las autoridades para realizar una segunda vuelta de apoyos para la reactivación de los negocios, adaptar más espacios de consumo, fortalecer el impulso al crecimiento económico y conservar los empleos que se generan gracias a estos negocios”.
El grupo de micronegocios en la ciudad reiteró que esperan el semáforo naranja de la pandemia para iniciar la actividad económica como la conocían, por lo que de no mejorar la situación es probable que varios comercios migren al sector informal como una “válvula de escape”. Forbes México