La actuación del gobierno de Biden está causando un fuerte rechazo dentro de muchos sectores estadounidenses que ven con gran preocupación los mandatos obligatorios de la Casa Blanca al estilo del Partido Comunista de China cuando comenzó los controles forzosos contra la pandemia.
Es que el presidente Joe Biden prometió en febrero que las vacunas contra el COVID-19 serían opcionales en Estados Unidos, pero ha hecho lo contrario bajo la presión de la extrema izquierda
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La obligatoriedad de vacunarse para empleados de empresas de más de 100 personas, trabajadores de la salud y empleados de contratistas de agencias federales es una de las medidas más radicales tomadas por el gobierno de Estados Unidos en un su intento obcecado por frenar la pandemia. Una promesa de campaña de Biden, que tampoco ha cumplido.
