
El mediador de la ONU en Yemen, Martin Griffiths, llegó este lunes a la capital yemení, Saná, controlada por los rebeldes hutíes, quienes evacuaron a 50 de sus combatientes heridos gracias a una «medida de confianza» para favorecer el inicio de las negociaciones de paz.
Según una fuente de la ONU, también debería abrirse el aeropuerto internacional de Saná, cerrado desde hace tres años a causa de la devastadora guerra que confronta las fuerzas progubernamentales, respaldadas por la coalición árabe liderada por Arabia Saudita, a los rebeldes hutíes, apoyados por Irán.
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Griffiths llegó al aeropuerto internacional a primera hora de la tarde (hora local), pero no hizo declaraciones.
Unos 50 rebeldes heridos fueron evacuados hacia las 15H00 GMT en un avión fletado por la ONU rumbo a Mascate, capital del sultanato de Omán, informaron fuentes del aeropuerto de Saná. Une fuente de la ONU confirmó la información.
La iniciativa debería acelerar la celebración de las negociaciones para poner fin a cuatro años de guerra, consideran los expertos.
Los 50 hutíes heridos evacuados iban acompañados por tres médicos yemeníes y otro de la ONU, así que por 50 miembros de una escolta.
Los heridos, algunos de los cuales iban en silla de ruedas, fueron transportados con ambulancias al aeropuerto, informó un corresponsal de la AF
La cuestión de la evacuación de insurgentes heridos estaba detrás del fracaso de los diálogos de septiembre en Ginebra. Los hutíes acusaron a Arabia Saudita, que controla el espacio aéreo yemenita, de haber impedido la salida de heridos y de no haber otorgado las garantías necesarias para que la delegación rebelde viajara en total seguridad.
El coronel saudita Turki Al Maliki, portavoz de la coalición antirrebeldes, declaró en un comunicado que la autorización del lunes se hizo «a petición» del mediador de la ONU para Yemen, «por razones humanitarias» y como una «medida para generar confianza» antes de las conversaciones, previstas dentro de poco en Suecia.
Aunque fuentes diplomáticas y humanitarias hablaron esta semana de la mentada negociación de paz, el lunes por la mañana Naciones Unidas no había hecho ningún anuncio al respecto.
Mientras que Arabia Saudita ha sido acusada de ser un obstáculo para la solución del conflicto en Yemen, el coronel Maliki quiso subrayar que la coalición apoyaba los esfuerzos de Griffiths «para alcanzar una solución política», así como las medidas de tipo «humanitario» para aliviar el sufrimiento de la población.
– Riad bajo presión –
Arabia Saudita está sometida a la presión de los grandes países occidentales desde el asesinato de Jamal Khashoggi, periodista crítico con el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, efectuado por agentes sauditas el 2 de octubre en el consulado del reino en Estambul.
Además, la situación humanitaria se ha agravado considerablemente en los últimos meses en Yemen, donde millones de civiles están amenazados por la hambruna, al margen de los combates.
Yahia Saree, un portavoz de los hutíes, aseguró que los rebeldes hutíes estaban dispuestos a negociar «en primer lugar un alto el fuego».
La batalla entre las fuerzas progubernamentales, respaldadas por la coalición, y los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, por el control de la ciudad portuaria de Hodeida (oeste) el pasado noviembre, llevó a las organizaciones humanitarias a dar la voz de alarma.
Esa ciudad es el punto de entrada de más de tres cuartas partes de las importaciones y de la ayuda internacional a Yemen.
Desde entonces, entró en vigor en Hodeida una tregua relativa. Además, el gobierno y los rebeldes se declararon dispuestos a participar en los diálogos de paz en Suecia.
El enviado especial de la ONU habló con los responsables de ambos bandos, por separado, recientemente para preparar las negociaciones.
Desde marzo de 2015, los combates en Yemen han dejado cerca de 10.000 muertos y más de 56.000 heridos, aunque las oenegés estiman que el balance real es mucho más alto. AFP