El Sistema Nacional de Salud (NHS) británico, orgullo nacional desde 1948, atraviesa una situación que la Cruz Roja califica de «crisis humanitaria», con condiciones «tercermundistas» según los médicos.
Una foto que circula por las redes sociales y fue portada del Daily Mirror lo atestigua. En ella se ve a Jack, un bebé de 22 meses, destapado. A falta de cama, duerme sobre una manta colocada sobre dos sillas de plástico rojo. Se sospechaba que padecía meningitis y aún así tuvo que esperar cinco horas en el servicio de urgencias a que le atendiera un médico.
Como cada invierno, el National Health Service está «al borde del colapso», según los médicos y las organizaciones hospitalarias. Alrededor de 1,5 millones de personas trabajan en este sistema de sanidad gratuito, «nuestra religión nacional», como lo llamaba el exministro Nigel Lawson.
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La situación del NHS es un tema recurrente en campañas y discursos políticos. El referéndum sobre la permanencia o salida de la Unión Europea (UE) no fue una excepción. Los partidarios del Brexit prometieron sacar a flote el sistema sanitario con el dinero que el Gobierno dejaría de enviar a Bruselas.
El sistema sanitario británico es un modelo en crisis, debido al envejecimiento de la población, al crecimiento demográfico y a las políticas de austeridad.
Por eso a la mínima alerta, como la epidemia gripal de este año, se bloquea. Desde el otoño, el tiempo de espera en el servicio de urgencias se alarga: el 23% de los pacientes esperaron más de cuatro horas la semana pasada para ser atendidos por un médico.
Dos pacientes murieron en una camilla en un pasillo del Worcestershire Royal Hospital esta semana. En todas partes faltan camas, ambulancias, médicos.
El doctor Richard Kerr, miembro del Colegio real de cirujanos, asegura no haber visto nunca tal deterioro en 26 años de carrera.
La situación es tan alarmante que se ha pedido ayuda a la Cruz Roja. «Nos encontramos frente a una crisis humanitaria», recalcó su director general Mike Adamson.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, tachó estas declaraciones de «irresponsables y exageradas». «El NHS siempre ha estado bajo presión en invierno», dijo el viernes.
Para mejorar la atención de las urgencias, May instó este sábado a los médicos de cabecera a mantener abiertos los consultorios todos los días de la semana, de 8h a 20H, so pena de perder las ayudas gubernamentales.
Pero muchos estiman que el mal va más allá. «No es una crisis invernal, es una tormenta en el invierno eterno del NHS. Se pide al personal que proporcione un servicio de calidad con efectivos y un número de camas dignos del tercer mundo», acusa el doctor Mark Holland.
En un discurso muy emotivo ante el Parlamento, el diputado Toby Perkins dijo haber sentido «vergüenza» al ver su padre «mejor atendido durante unas vacaciones en Alemania que en su país». Falleció en julio de una rotura de aneurisma tras haberse tenido que ir del hospital por falta de sitio.
Según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Reino Unido dedicó el 7,7% de su PIB al gasto público de la sanidad en 2015, contra 8,6% en Francia y el 9,4% en Alemania.
«En un momento dado, el Gobierno debe reconocer que limitar las inversiones tiene consecuencias», comenta Stephen Dalton, director general de la organización «NHS Confederation».
Theresa May asegura que «nunca» se había invertido tanto en el sistema: 10.000 millones de libras más en seis años, hasta 2020.
«Es falso», replica el director del NHS England, Simon Stevens, quien afirma que «la financiación del NHS en términos reales (sin tener en cuenta la inflación) disminuirá en 2018/19, más de diez años después de [la crisis del banco] Lehman Brothers y del comienzo de la austeridad».
El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, considera que la primera ministra no quiere reconocer la realidad. El miércoles le preguntó en el parlamento si le parecía aceptable lo que le había ocurrido al bebé de 22 meses.
May respondió diciendo que era «un incidente aislado». «¿Bromea? He visto muchos incidentes aislados en un día en un único hospital. Tiene que despertarse», declaró Rose, la madre del bebé, al Daily Mirror. AFP