El presidente de Chile, Gabriel Boric, no solamente cae, sino que se desploma, sin siquiera cumplir dos meses de haber asumido el cargo.
Boric, hoy considerado parte de los mandatarios de la llamada izquierda bolivariana o radical, es hoy uno de los presidentes más repudiados por su pueblo, que se siente no solamente sin respaldo de su gobierno, sino agredido por el mismo.
Las últimas semanas, ante la demanda de camioneros por que se garantice su seguridad, frecuentemente violada en sus trayectos, el gobierno de Boric, respondió dándoles la espalda y condenándolos, lejos de responder a su resposabilidad de brindar seguridad pública al pueblo.
Ahora, Boric aseguró que analizaba la posibilidad de permitir que el ejército asistiera en actividades policiales en el sur del país, en donde prevalecen altos índices de violencia e inseguridad. Idea cuestionada, al ver lo que sucede en países en donde se saca a militares para realizar labores de policías, con grandes fracasos.