
«Seré un presidente que congregue […] Todo lo contrario» a Recep Tayyip Erdogan, afirma el principal opositor al jefe de Estado turco en una entrevista con la AFP cuando quedan menos de 10 días para las elecciones presidenciales y legislativas anticipadas.
«Desde hace 16 años, hay un Erdogan que tensa la sociedad, que la polariza, que la divide. Yo seré todo lo contrario. Seré un presidente que congregue», promete Muharrem Ince desde su casa en Elmalik, una pequeña localidad de la provincia de Yalova (noroeste).
It works in the similar way that the brand or prescribed medicine is working for the particular disease. cialis generika 40mg Getting help is kind of taking doubts on their own and realize cheap viagra our pharmacy store they need help. Like everything else, taking up real cialis order pill at 50mg or 100mg has helped approximately 4 out of 5 men to achieve errections to have hard enough sex.The genral dosing frequency of cialis is once per day. The omega-3 best prices cialis http://cute-n-tiny.com/cute-animals/kitty-with-a-broken-arm/ fats recognized in salmon have a wide show of valuable cardiovascular impacts.
Sentado a la sombra de un manzano en el jardín de su casa familiar, Ince asegura estar confiado de cara a las elecciones anticipadas del 24 de junio, que se anuncian ajustadas.
Aunque Erdogan sigue siendo el político más popular de Turquía y se prevé que quede a la cabeza en las presidenciales, los sondeos muestran que no tiene seguro que recabe el 50% de votos necesario que le permitiría ser elegido en la primera vuelta.
«Turquía quiere respirar, quiere paz, quiere seguridad», considera Ince. «No un hombre agotado, no un hombre que grita y vocifera. Alguien más joven, sangre fresca», añade este orador de 54 años, 10 menos que Erdogan.
Candidato de la principal formación de oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, social-demócrata), Ince se impuso como el más virulento detractor de Erdogan, quien reina en la escena política turca desde 2003, primero como primer ministro y después como presidente.
Ince es conocido por su belicosidad y sus indirectas. Pero este viernes su estilo era más desenfadado, paseando con calzado veraniego por su jardín, al que pudieron acceder algunos de sus partidarios.
– «Sin excluir a nadie» –
Para muchos observadores, el estilo polarizador de Erdogan deja una sociedad profundamente dividida, entre quienes adulan al jefe de Estado y quienes lo detestan.
Si es elegido, Ince se compromete a gobernar «sin excluir a nadie». «Mujer con velo o sin él, de izquierda o de derecha, turco o kurdo, aleví o sunita, no hay ninguna diferencia», insiste.
En los cerezos, manzanos y otros árboles frutales de su jardín hay banderas turcas colgadas, pero ningún emblema del CHP, su partido.
En su investidura como candidato a la presidencia, a principios de mayo, Ince hizo un gesto al retirar su emblema del CHP de su chaqueta para colocar la bandera turca en su lugar.
El candidato considera que Turquía está «preparada» para dar vuelta a la página de Erdogan. «Incluso es lo que quiere», afirma.
Y para aumentar sus posibilidades, Ince recorre Turquía, multiplicando los mítines en las cuatro esquinas del país. En la noche de este viernes tiene previsto un acto de campaña en Yalova, su bastión familiar y electoral.
– «Devolver la confianza» –
Relativamente discreto sobre su programa, en particular sobre los principales ejes de la que sería su política extranjera, Ince se opone a la visión de la diplomacia de Erdogan, al que acusa de «lanzar declaraciones radicales».
Ince promete aportar «inteligencia» a la diplomacia turca si es elegido y «tener los pies en la tierra».
«Un presidente de la República así devolverá la confianza a los mercados», dice en referencia a la situación económica, marcada por una inflación de dos dígitos y la veloz erosión de la lira turca, a pesar del fuerte crecimiento.
Pero, ¿qué hará si pierde contra Erdogan? «No voy a dejar la política, eso está claro. Pero estoy convencido de que seré elegido, lo veo», dice sonriendo. Y añade con un toque provocador: «No necesitan plantear esa pregunta». AFP