Fuerzas policiales del Congreso de Brasil usaron gases lacrimógenos el martes para dispersar a cientos de miembros de sindicatos policiales que intentaron ingresar a la legislatura para protestar en contra de un proyecto de reforma de pensiones que recortaría sus beneficios.
Los manifestantes rompieron puertas del moderno edificio del Congreso antes de retroceder en medio de un violento enfrentamiento, situación que puso de relieve lo impopular de la reforma al sistema de pensiones propuesta por el Gobierno del presidente Michel Temer para equilibrar las agobiadas cuentas públicas.
La Cámara de Diputados, donde el debate se iniciará el miércoles a nivel de comisión, dijo en un comunicado que 500 manifestantes, la mayoría policías fuera de servicio, trataron de invadir el edificio pero fueron repelidos en un hecho en el que no se reportaron heridos.
La controversial reforma eleva a 65 años la edad mínima de retiro en un país donde los empleados públicos se jubilan en promedio a los 54 años dentro de un generoso sistema de seguridad social que es visto como una de las principales causas del abultado déficit fiscal.
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Los cambios más recientes establecen una edad de retiro para los agentes policiales a 60 años desde los 65 años inicialmente propuestos.
Los 27 sindicatos de agentes federales que respaldaron la manifestación dijeron que el proyecto no reconoce el riesgo de la tarea policial. Reuters