Aunque en una primera exhibición sobre los laboratorios biológicos de Estados Unidos en Ucrania, pasó casi desapercibido. Todo parece hoy diferente. Cuando millones de personas atienden la noticia de que allí se desarrollaban patógenos mortales.
Se abre la puerta a un gran escándalo, luego que la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, denunciara la semana anterior, que Kiev obstaculizaba la salida de los radicales de Azovstal, en Mariúpol, para utilizarlos como herramienta de chantaje.
Porque además, la funcionaria rusa presentó nuevas evidencias de la existencia en Ucrania de una red de biolaboratorios que, bajo la supervisión de Washington, desarrollaban patógenos mortales, como peste y cólera.
Aseguró Zajárova, que los nacionalistas podrían utilizar los patógenos en un escenario de la denominada táctica de ‘tierra quemada’. Noticia que se ha ido extendiendo alrededor del mundo y está originando repruebo casi generalizado tanto a la administración estadounidense, como a la ucraniana.