La justicia de Texas aplicó hoy la pena de muerte mediante inyección letal al reo afroamericano Gregory Russeau, por asesinar a golpes hace 14 años al propietario de un taller mecánico en la comunidad de Tyler, al este de Dallas.
El Departamento de Justicia Criminal de Texas informó que Russeau, de 45 años, fue declarado muerto a las 18:49 horas locales (23:49 GMT), 21 minutos después de que se le inyectó la dosis letal en la Unidad Carcelaria Walls, en Huntsville, Texas.
En su última declaración, Russeau agradeció a su familia y amigos por lo que hicieron por él y dio las gracias a tres de sus amigos que atestiguaron la ejecución.
Russeau fue sentenciado a la pena de muerte por la golpiza que causó la muerte el 30 de mayo de 2001 a James Syvertson, de 75 años, quien fue atacado en su taller mecánico para robarle su cartera y automóvil.
En el juicio, Russeau afirmó que él no fue quien mató a Syverston y aseguró que la policía plantó evidencias falsas en la escena del crimen. En sus apelaciones, argumentó que sus abogados hicieron un mal trabajo.
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En 2005 una Corte de Apelaciones, ordenó una audiencia para volverlo a sentenciar, pero le asignaron los mismos abogados que lo representaron en su primer juicio, por encima de sus objeciones.
Russeau, fue sentenciado de nuevo a la pena capital y la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos rechazó revisar su caso el año pasado.
Russeau se convirtió en el noveno reo en ser ejecutado en lo que va del año en Texas y en el número 527 desde 1982, cuando se reanudó la aplicación del castigo capital en esta entidad.
Texas tiene programado realizar en los próximos cuatro meses otras cinco ejecuciones, con lo que rebasará las 10 ejecuciones efectuadas a lo largo de 2014.
