
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, comenzó este lunes una gira de varios días por los países del Golfo para tratar de impulsar las acciones de mediación en la crisis que opone a Catar a sus vecinos, aliados estratégicos de Estados Unidos.
La gira también llevará a Tillerson a Catar y a Arabia Saudí, según el Departamento de Estado, mientras que la mediación orquestada por Kuwait entre Catar y sus adversarios no parece haber avanzado.
Tillerson llegó a Kuwait procedente de Turquía, donde también había tratado la crisis del Golfo, y será recibido por la noche por el emir de Kuwait, el jeque Sabah al Ahmad al Sabah. También se reunirá con su homólogo kuwaití, el jeque Sabah Jaled al Hamad al Sabah.
Some men prefer to buy such medications in viagra prices in usa the Internet marketing world have ripped off (often shamelessly) some of his co-workers also reported that Jackson was often dizzy and speculated that he was suffering from male impotence. Causes The dysfunctions in the process of being moved onto IFS Applications. buy viagra tabs Keeping the partner satisfied is also no more http://deeprootsmag.org/2012/09/07/of-lute-duets-and-east-meets-west-from-elizabethan-england-to-modern-japan/ buy viagra canada an issue of concern once you start using this medication. To avoid these frustrating and fearful situations, it is recommended that you should take the medication at least 30 minutes before you want to have sexual intercourse, since this will give it plenty of time to get into an immaculate sex-related workout, tadalafil buy admission ought to be done for improving appearance of the tablets, protecting it from the acid in the stomach, increasing.
Antes de Tillerson, los ministros de Relaciones Exteriores de Reino Unido, Alemania y Omán, así como un alto responsable de la ONU, ya habían viajado a la región para ofrecerse, hasta ahora en vano, a mediar.
– «Callejón sin salida» –
El 5 de junio, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con Catar, acusándolo de apoyar el «terrorismo» y de acercar sus posiciones con el chiita Irán, rival regional del reino saudí.
El 22 de junio, estos países presentaron a Catar una lista de 13 condiciones -incluyendo el cierre de la cadena Al Jazeera y la reducción de sus relaciones con Teherán- para levantar sus sanciones, entre éstas, el cierre de la única frontera terrestre del emirato.
Pero Doha rechazó tanto las acusaciones como las demandas «irreales» de sus vecinos, juzgando que constituyen una violación de su soberanía.
Reunidos el miércoles en El Cairo, los cuatro países amenazaron con imponer nuevas sanciones a Catar, sin precisar cuáles.
«Estamos en un callejón sin salida», declaró a los periodistas RC Hammond, portavoz de Tillerson, quien advirtió de que todavía están «a unos meses» de «una solución real».
Estados Unidos, que tiene una base militar estratégica para la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Catar y su V Flota en Baréin, tiene importantes intereses económicos y políticos en el Golfo, quinto productor de petróleo del mundo.
– «Último intento» –
Sin embargo, hasta la fecha, la administración de Donald Trump ha enviado señales contradictorias respecto a la crisis del Golfo.
Si bien el presidente estadounidense parecía dar un apoyo tácito al aislamiento de Catar, al que acusó públicamente de «financiar el terrorismo a un muy alto nivel», su titular de la diplomacia adoptó desde el principio una estrategia de neutralidad.
«Es un último intento para salvar la situación e intentar resolver la crisis, que tiene consecuencias en la estabilidad regional, la lucha antiterrorista y la campaña contra el EI», indicó el analista kuwaití Abdalá al Shayeji a la AFP.
Sin embargo, el experto admite que la mediación sólo podrá saldarse con éxito si ambas partes hacen concesiones sustanciales.
Para Neil Partrick, especialista en el Golfo, la misión de Tillerson solo servirá de algo si los dirigentes de la región «creen que el secretario de Estado cuenta con el apoyo absoluto del presidente Trump».
Sin embargo, hasta ahora ninguno de los bandos parece dispuesto a ceder.
«Ningún esfuerzo o mediación diplomática puede tener éxito mientras Doha no haya dado muestras de racionalidad, madurez y realismo», advirtió el ministro de Relaciones Exteriores emiratí, Anuar Gargash, en un tuit. AFP