
Los operadores que hicieron que el peso mexicano volviera a ser aburrido después de forzar giros abruptos durante las elecciones presidenciales del año pasado podrían enviarlo cuesta abajo.
A medida que la volatilidad implícita a 12 meses del peso, un indicador de las expectativas de giros potenciales, se dirige a un mínimo de cuatro años, los riesgos están aumentando.
La economía estuvo a punto de hundirse en una recesión en el segundo trimestre. La productora de petróleo en problemas, Pemex, no ha logrado persuadir a los inversionistas de que puede evitar una degradación aparentemente inevitable al estatus de basura.
Además de todo eso, el destino de un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos está en manos de un Congreso estadounidense que se prepara para las elecciones de 2020.
El rango históricamente estrecho del peso –la volatilidad a 12 meses se sitúa por debajo de 11%, en comparación con 16% en 2017– significa que cualquier indicio de molestia financiera o económica podría romper la calma de la moneda, lo que podría conducir a movimientos mucho más fuertes.
They are also mild and will pass that online cialis pills information along if asked. Impotence is the resultant of the abnormal functioning buy pfizer viagra of brain. In contrast, in other viagra no prescription canada cases the success of a specific product, place or person over the competition remains unclear. It purchasing cialis online can be called as a herbo-mineral ayurvedic drug that has aphrodisiac effects on human health.Pesimismo sobre la moneda
Existe potencial “para algunos movimientos más grandes en pesos mexicanos de lo que hemos visto este año”, asegura Ilya Gofshteyn, estratega de divisas de Standard Chartered, en Nueva York. Si bien una administración estadounidense más favorable a México podría cambiar las cosas, es más probable que el desliz fiscal interno conduzca a la debilidad. Gofshteyn es pesimista sobre la moneda, citando una economía “tambaleante por la recesión” y el incierto contexto fiscal.
Sobre una base técnica, cinco años de datos semanales muestran que el peso está encajonado en una zona relativamente estrecha. Una línea de resistencia de tendencia, basada en el mínimo del peso en 2017 de 22,04 y un mínimo en 2018 de 20,9605, ayudaría a soportar el peso mexicano cerca de 20,00. El promedio móvil de 200 semanas, ahora 18,94, también ha limitado las ganancias en el peso durante más de 5 años.
Aún así, la mayoría de los economistas están de acuerdo con Gofshteyn, según la última encuesta, quincenal de Citibanamex, publicada el viernes.
La opinión por consenso de unos 20 analistas espera una depreciación del peso a 19,80 por dólar para fin de año, una disminución de alrededor de 1,7% respecto a donde está ahora. Dicen que la moneda probablemente disminuirá otro 2,1% el próximo año, llegando a 20,23 para fines de 2020. Bloomberg