Un tribunal federal de apelaciones determinó el martes que la ciudad de Washington, D.C. había aplicado de manera inconsistente sus regulaciones de “desfiguración” cuando se dirigía a las organizaciones contra el aborto.
El tribunal encontró que los funcionarios de la ciudad fueron más severos con los manifestantes pro-vida en comparación con los participantes de Black Lives Matter. Como resultado, se anuló la decisión de un tribunal anterior de desestimar una denuncia de la Fundación Frederick Douglass.
El Circuito de D.C., en su sentencia, señaló: “El gobierno no puede hacer cumplir las leyes de una manera que elija ganadores y perdedores en los debates públicos”. La declaración enfatizó: “Socavaría las protecciones de la Primera Enmienda para la libertad de expresión si el gobierno pudiera promulgar una ley de contenido neutral y luego discriminar los puntos de vista desfavorables al amparo de la discreción procesal”.
Tras el arresto de dos activistas pro-vida el 1 de agosto de 2020, por marcar con tiza “Black Pre-Born Lives Matter”, la Fundación Frederick Douglass y Students for Life of America iniciaron procedimientos legales contra la ciudad.