El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta este martes el discurso del Estado de la Unión exultante tras el caos de las primarias demócratas en Iowa y confiado de que el juicio político en su contra en el Congreso concluirá esta semana con su absolución.
Trump llegaba a la cita -una fecha clave en el calendario político en Estados Unidos- en medio del juicio político en su contra, tras una serie de escándalos que han marcado su mandato.
Pero ahora el 45º presidente de Estados Unidos entrará al Capitolio a las 21H00 locales (02H00 GMT del miércoles) fortalecido por una encuesta que mostró que su nivel de aprobación está en un máximo histórico de 49%, en un momento en que sus rivales demócratas siguen sin saber quién ganó la primaria de Iowa, el lunes.
De cara a las elecciones de noviembre -en las que Trump espera ser reelegido- estas son noticias alentadoras para su campaña horas antes de que el millonario republicano pronuncie un discurso que la Casa Blanca anticipó que va a destacar la «bonanza» que su gobierno ofreció a los trabajadores de la clase obrera, dijo un alto funcionario. El mensaje televisado será «optimista», afirmó.
Y los problemas técnicos a la hora del conteo de los votos en las primarias demócratas le dieron otra oportunidad al presidente de regocijarse.
«Nada funciona, como cuando gobiernan el país», dijo en Twitter el mandatario, en un momento de división y crispación que no se había visto en décadas en Estados Unidos.
Trump va a entrar a un hemiciclo donde en diciembre pasado la Cámara de Representantes lo acusó de abuso de poder y obstrucción al Congreso, iniciando el juicio político en su contra que se desarrolla en el Senado, donde la mayoría republicana probablemente lo absuelva el miércoles.
– ¿Calmar o agitar las aguas? –
El discurso del Estado de la Unión ha sido en el pasado una oportunidad para que los presidentes hablen al país y sanen el clima de desconfianza y división.
Trump podría expresar arrepentimiento por haber presionado a su homólogo ucraniano para que investigara a su rival político Joe Biden. Ese comportamiento incluso fue considerado como inadecuado por algunos senadores republicanos durante el juicio político, aunque aclararon que no era un error que mereciera la destitución.
También podría apostar por la estrategia que adoptó Bill Clinton cuando fue objeto de un juicio en el Senado y en su discurso de 1999 intentó calmar las aguas, simplemente evitando el tema.
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«Nunca es seguro asumir nada», dijo un alto cargo del gobierno al ser preguntado sobre si el juicio político va a ser parte del discurso del mandatario.
Para el senador republicano Roy Blunt esta es una oportunidad de «seguir adelante». El político admitió al diario The New York Times que el magnate que saltó a la política tras una carrera como presentador de televisión no es el tipo de persona que baja el perfil a los debates.
«La otra opción es abordar (el tema) de frente y habitualmente él es este tipo de persona», indicó su correligionario.
– Réplica en español –
Y mientras Trump se apresta a dar su discurso, el Senado se prepara a cerrar el juicio político contra el mandatario.
El lunes, acusación y defensa pronunciaron sus alegatos finales y el miércoles está previsto la votación del veredicto, pero los demócratas ya prometieron seguir su estrategia de presión contra el mandatario.
«La trama persiste, los esquemas siguen y el peligro no remite», dijo Adam Schiff, el congresista demócrata que encabeza la acusación contra Trump y quien retó a los republicanos a reconocer la «terrible verdad» de lo que ocurre.
La próxima semana, las votaciones demócratas siguen en New Hampshire y a partir de ahí el calendario electoral solo va a acelerarse aún más.
Varios de los demócratas que aspiran a enfrentar a Trump en los comicios presidenciales son jurados del juicio político en su calidad de senadores: Amy Klobuchar, Bernie Sanders y Elizabeth Warren.
Para la réplica al discurso presidencial, el Partido Demócrata eligió a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y para la versión en español designó a la congresista latina por Texas, Verónica Escobar, una figura que ha denunciado la dura política migratoria de Trump y que fue un importante puntal de su comunidad tras el ataque que sufrió en 2019 la ciudad de El Paso. AFP