En definitiva, dice Donald Trump, que la ridícula cantidad de dinero ordenada por Letitia James como «castigo», no es otra cosa que una interferencia lectoral.
El expresidente, ha cuestionado: «¿Por qué se le debería permitir a un juez neoyorquino corrupto y altamente político, Arthur Engoron, que trabaja en concierto y coordinación con una fiscal general aún más corrupta, Letitia “Peekaboo” James, su titiritero y la Casa Blanca, tomar y vender propiedades muy exitosas? y activos que me llevó años localizar, construir y nutrir hasta convertirlos en algunos de los mejores de su tipo en cualquier parte del mundo, ¡CUANDO NO HE HECHO NADA MAL!
Sigue su crítica con un gran respaldo manifiesto por los ciudadanos en redes sociales: «Estos lunáticos y comunistas de izquierda radical me piden que pague una multa ridícula y completamente inaudita de más de 450.000.000 de dólares sólo porque vieron una cantidad similar en mi cuenta bancaria. Tenía la intención de utilizar gran parte de ese dinero ganado con tanto esfuerzo para postularme para presidente. No quieren que haga eso: ¡INTERFERENCIA ELECTORAL!».
Por su parte, Raymond Arroyo, periodista y productor, ha considerado que: “El fallo de apelación es sorprendente. Deberían haber sancionado al juez por el castigo cruel e inusual del acusado. Todo va demasiado lejos. Nada de esto resistirá la apelación”.